El juego del ahijado

Ayer he pasado casi toda la noche intentando bajar el juego del ahijado, maldito error que me puso en jaque Alex, me fui a la cama bastante molesta conmigo, desde hace tiempo que las cosas no me salen como quisiera, todo me sale mal Alex, todo y no puedo evitarlo.

Desperté temprano, antes de darme un baño he intentado de nuevo bajar el juego, para mi sorpresa pude hacerlo además de otros dos, en menos de 10 minutos hice lo que ayer en toda la noche no pude, porque pasan así las cosas?

De camino a la oficina pase a dejarle la tablet con cacho, ya en la oficina no he hecho mucho, lo único que me hizo pensar es que le pregunte a Vic si saldría de viaje, me dijo que mañana y volvería el viernes, que si quería fuese a la oficina o no, que no había problema.

No sé si he estado mal yo, pero no creo que lo haya dicho en mal plan, se que tiene miles de cosas en la mente y si tiene algo malo que decirme encontrará el momento adecuado para hacerlo, él es así. Creo que ahora soy yo la que tiene ese mal sentimiento Alex, aquel que te mortificaba tanto con respecto a Vic, ya no sé ni que pensar.

Por la tarde he ido al Cenlex, una clase como cualquiera, nos han puesto a jugar como a serpientes y escaleras, con preguntas en futuro, hoy he andado un poco sensible pues me ha molestado que Mauricio estuviera hablando casi todo el tiempo con Ramsés, cosas tontas Alex, yo lo sé.

No me gusta este horario Alex, trate de volver temprano a casa pero la oscuridad me ha ganado, lo bueno es que tu mamá no me ha dicho nada, pero sé muy bien que no le ha gustado el hecho de haber encargado solo 20 tamales para la misa de todos los santos, le dije que pensaba en comprar unos 10 más, Cecilia me dijo que si lo hacía fueran de dulce para los niños.

La idea de comprar algunos tamales de amaranto se ha ido por el caño, pero no quisiera arriesgarme con los gustos de tu mamá, ya ves que de repente sale con sus comentarios mala leche.

Volví a casa temprano, comí y mire un poco la televisión, antes de irme a dormir he respondido los mails que me mando Pablo, aunque casi no nos conocemos en persona ha llegado a ser alguien importante para mí y sé que él ha sentido lo mismo, aunque lo niegue.

Aunque no he hecho mucho me siento terriblemente cansada, será que cargar con tanto dolor es mucho, la pena me está consumiendo Alex, la pena de no tenerte.

Alex… por favor ven por mi… no tardes… ven ya por mi… TE AMO.