El descuido del ahijado

Domingo de levantarse temprano, me cuesta mucho trabajo hacerlo pero no creo que alguien más pueda llevar a tu mamá a misa, así que me levanté, me vestí y salí de la casa justo a tiempo, pase por tu mamá y el ahijado, últimamente le gusta ir a casa de mi mamá, aun y cuando deba soportar el sermón del padre.

A mí también se me hace aburrido tener que escuchar ese sermón Alex, luego el padre no sabe ni cómo salir del problema, dice cada tontería que está bastante alejada de la realidad, como eso de que no se deben llevar niños pequeños a la iglesia porque no entienden su sermón, o de que tenemos que temerle a “Dios”, todo eso me resulta tan absurdo, generalmente pierdo el tiempo contando los adornos, observando los vitrales o las personas a mi alrededor.

Hay un señor que se sienta en la parte derecha, nosotros por lo regular estamos a la izquierda, a veces sus poses o movimientos me recuerdan bastante a ti Alex, aunque mirándolo de frente no tienen ningún parecido.

A medio sermón el niño me dijo que estaba aburrido, solo le hice una seña para que guardara silencio, pero luego le he revelado que yo también estaba bastante aburrida, pero soportamos completa la misa.

Al final hemos pasado con la Maruca a comprar algo de verduras y fruta, he comprado algunos plátanos dominicos, nada especial Alex, lo más caro ha sido las uvas, bastante buenas aunque el precio ha sido un poco elevado.

Ya de regreso, en la casa, el niño me ha ayudado a bajar las cosas para mamá, solo que sin querer ha dejado caer una de las bolsas de leche en mi pie derecho, creo que me ha hecho mucho daño pues ha sido en la zona donde esta operado Alex, casi me suelto a llorar, no termine con el pie lleno de sangre pero si con un dolor constante en el pie.

En casa de mamá me he recostado un poco mientras ellos se iban a pasear al perrito, creo que es lo que más disfruta el niño, pasear con alguien, tuve que esperarlos en la sala pues antes de irse me han dejado encerrada, por seguridad Alex, uno nunca sabe cuando Carmen va a hacer de las suyas.

Aun ahora, ya por la noche, el pie sigue doliéndome mucho, no como en la mañana, pero me duele bastante, antes de dormir tendré que ponerme un poco de pomada y revisar si no me ha roto algo.

Hubieras visto la cara del niño, bastante apenado por haber dejado caer la bolsa de leche en mi pie, pero bueno Alex, quizá la culpa la he tenido yo por tratar de apresurar las cosas. El hubiera de nuevo me persigue.

Alex… ojalá pronto estemos juntos, te extraño tanto… duele mucho estar sin ti… TE AMO.