1 de junio de 2013

La tormenta y el granizo

Después de levantarme temprano, soportar un poco las llamadas constantes de mi mamá he ido por la leche, ha sido bastante molesto el caminar pero pude llegar y de regreso he comprado un jugo de naranja, me dolió estar parada en la esquina de la iglesia Alex, mirar el puesto de jugos al que íbamos constantemente, sigo sin entender porque me duele tanto estar en los lugares que solíamos estar.

A veces me pregunto cómo estarías tu de haberme ido yo hace años?

Me metí en la casa antes de que alguien pudiera verme, aunque sé que el trabajador de tu mamá me miraba mientras cerraba la puerta, pero entre sin problemas y me serví un poco de leche, herví una bolsa y creo que al final he de tirar los restos que tenía en el bote, ayer cuando me serví un poco de leche me supo extraña. Quizá no sea buena idea el tener tanta leche almacenada.

Estuve mirando televisión hasta que no pude más, al recostarme me he quedado dormida Alex, he despertado hasta tarde, ya tu mamá había cerrado el negocio, ni siquiera pude escuchar cuando metían la maroma al patio.

Quise ir a verla pero preferí quedarme en casa, la semana ha sido tan pesada para mí que creo debo dejar reposar los pies, comienzo a pensar que son los zapatos quienes hacen que me duela tanto los tobillos.

No recuerdo exactamente que he comido, pero por la tarde estuve esperando a que tu mamá me llamara para ir a comprar tacos con la señora Bety, pero pasaba el tiempo y no llamaba, cuando dieron casi las 6 de la tarde desistí de esa idea.

Comencé a lavar las cobijas, mi ropa y la sobre cama, pensé que sería una buena idea dormir con la ropa limpia además de darme un buen baño, pero no fue como lo esperaba. Mientras se lavaba una cobija metí otra a la oficina para que se secara y así poderme bañar, justo después de salir ha comenzado una terrible tormenta.

Para mi sorpresa comenzaron a caer granizos y pude ver como las hojas de las rosas se rompían, sin decirte que el árbol de afuera se comenzó a deshojar por lo mismo, trate de ver hacia la calle pero no pasaban coches Alex, ni siquiera podías ver caminar a alguna persona, todos estábamos resguardándonos de la lluvia.

Cerré la puerta lo mejor que pude, puse unas jergas en la puerta y mire por la ventana el granizo que cayó fue bastante fuerte Alex, llegue a pensar que rompería algún vidrio, afortunadamente no paso eso pero si se acumulo una gran cantidad de granizo en la pared.

Para que no se asustara mi mamá le llame por teléfono, con ella no estaba lloviendo, pero al tratar de comunicarme con tu mamá me fue imposible, nadie contestaba por lo que comencé a preocuparme por ella, pero sé perfectamente que no está sola, Cecilia siempre anda con ella. Hasta conecté las lámparas de emergencia pensando que seguramente se iría la luz, no se fue Alex, al menos yo ya estaba preparada para eso.

Creo que me he resfriado ya que cuando termino de llover subí a los cuartos de arriba y comencé a quitar el granizo acumulado, trate de hacer lo mismo abajo, sobre todo medio limpiar las rosas, quitarles el hielo de la tierra y barrer todas las hojas rotas.

Como a las 9 de la noche me ha hablado tu mamá para que quitara el hielo de las plantas, sus palabras fueron: Quita el hielo de tus rosas, lastima se van a quemar por el frio y tan bonitas que están.

Me ha dicho que salieron de compras con Andrea, donde estaban se escucho bastante feo, además le dije que hable con Victor ya que creía que su tía se había inundado pero él estaba más preocupado por el patio que nada, por supuesto me he ofrecido a ayudarlo pero no quiso. Creo que al final tu mamá me dio el avión Alex y seguramente le preguntara a Victor si es verdad lo que le he dicho.

Espero poder dormir hoy, siento tan fríos los pies Alex. Te extraño tanto.

Alex… ven por mi… no tardes… aquí espero… TE AMO.

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