21 de junio de 2013

Engripada

Y al parecer la mojada de ayer ha surtido efecto Alex, no me he sentido bien en la mañana, ni que decirte en clase, me la he pasado estornudando, hasta la maestra ha tratado de hacer un chiste con eso ya que cuando llegamos a un ejemplo donde mencionaban gripe ha pedido que yo lo resuelva. Solo he leído una parte y lo demás he guardado silencio.

Si no fuera porque el lunes hay clases seguramente no hubiera asistido hoy, creo que he tenido temperatura en la madrugada, siento todo el cuerpo cortado y ganas de irme a la casa para recostarme.

Pero es viernes Alex, así que aun falta terminar algunas cosas para recostarme, como ir por las flores para el domingo, he pasado por tu mamá y hermana, hoy no me han hecho esperar mucho, cosa que he agradecido profundamente.

Las flores no han sido de mi agrado, pero he comprado las mismas que tu mamá, aunque también un poco de follaje verde que no le gusta a ella, pero viendo los ramos tan escuetos es la única forma que he encontrado para que el florero se vea lleno.

Amarillas, blancas y el follaje verde (que también se pone amarillo con el paso de los días), es lo que termine comprando, esta vez todo ha sido tan rápido, tanto ellas como yo hemos comprado las flores en el mismo lugar, las empacamos y volvimos a casa.

Antes de llegar pasamos por una torta al pastor, ellas han invitado esta ocasión, solo que no nos hemos detenido a comerlas ahí, las hemos pedido para llevar, Cecilia por supuesto ha pedido para sus hijos y ella, solo la torta de tu mamá y la mía han tenido queso, hasta eso Alex, el chico se ha portado muy amable con nosotras, me ha dado un poco de piña para comer en el camino, me ha gustado pues está un poco cocida por el calor del trompo.

Cuando íbamos llegando nos topamos con Andrea, aunque esta ha sido un poco más rápida que yo y abrió la puerta casi corriendo se ha metido, todo por no verse en la penosa situación de saludarme, ni hablar Alex, ya encontraré la forma de desahogarme, y sé que la encontraré.

Cecilia me acompaño a la casa, ya no llovía pero el ambiente estaba frío, y comencé a estornudar de nuevo, maldita gripa.

Hable un poco con mamá, le dije que había comprado clavellinas para ella y amarillas para ti, al final de la charla he calentado un poco de leche, espero me sirva y pueda conciliar el sueño temprano, sigo sintiéndome mal.

Alex… cuanta falta me hacen tus mimos… ya no quiero seguir aquí… ven ya por mi… te lo suplico… TE AMO.

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