5 de mayo de 2013

El librero

Domingo como cualquiera, hoy sí que me ha costado levantarme de la cama Alex, ojalá hubiera sido un día normal y no levantarme tan temprano, lo malo es que había quedado con tu mamá de ir más temprano para ir con la señora de la Iglesia que está en la Quiroga y mandar decir la misa comunitaria para las madres.

Llegamos a tiempo, la verdad tuve que hacer acopio de fuerzas para que no se notara mi disgusto por levantarme temprano. Ayude a tu mamá a caminar y nos pusimos en camino para ir al panteón, hemos ido por una parte que muchas veces me dijiste evitara por ser peligroso, pero así me dijeron ellas que nos fuéramos.

Llegamos temprano, ellas ya llevaban limpias las flores pero al bajar su basura uno señores se le quedaron viendo a Cecilia, ya sabrás que ella les dijo: “Es la basura de las flores. “ Pero aun así se ha quedado con un mal sabor de boca, como siempre pensando en el que dirán, a mi me hubiera importado poco lo que pensaran de mi.

Pusimos las flores, al florero de tu abuelita le pusieron rosas, yo en cambio he puesto flores amarillas y moradas, como la semana pasada, pero se me hace que ha quedado bien y seguro te gustarían por el colorido que ha quedado el jarrón. Cecilia tuvo que descompletar los ramos que llevaba para Alfredo pues se olvido del jarrón de los pies.

Cuando estábamos ahí me ha dicho tu mamá que comenzarán a ir solo cada quince días, por supuesto tanto tu hermana como yo notamos su tristeza en la voz por lo que Cecilia termino diciendo que no había necesidad, que podía venir conmigo cada domingo, como lo hemos venido haciendo, en lo que ella hace algunas cosas en casa, como lavar y hacer la limpieza de su casa.

Tu mamá no ha quedado muy complacida pero sé que lo va a pensar pues no creo que deje de ir solo porque Cecilia ya no puede, al final son pocas las cosas importantes que hago cada día y los domingos te pongo flores y luego voy a ver a mi madre.

Después de ir a la Quiroga por fruta, volvimos a casa, les he ayudado con el mandado y luego me fui a visitar a mi mamá, me acompaño a comprar los zapatos color rojo que me gustaron y como veía que ando a gusto con ese tipo de zapatos le he comprado un par a ella, aunque de otro modelo. Me ha sorprendido que le ha quedado el mismo número de zapatos que yo suelo usar. La veo tan delgada Alex que me preocupa mucho.

Lo bueno es que me ha comentado que ya le dieron las citas, sobre todo con el endocrinólogo, seguramente le harán más estudios y le bajaran la dosis de medicina que toma, me preocupa mucho que ella se vaya antes que yo Alex, por favor no lo permitas, se que al irme le voy a causar un gran dolor, pero me volvería loca del dolor si ella se va primero.

Ya en casa me he puesto a limpiar un poco el librero, de mi lado Alex, he limpiado dos secciones, donde pongo mi colección de libros de Anne Rice y el panel de arriba, no mucho pero es algo que solo yo puedo hacer, no quiero que la ratita lo haga y me rompa alguna cosa, algún recuerdo, alguna figurita.

Me he propuesto limpiar una parte de la casa cada domingo y este es el tercero que lo hago, no hay de otra Alex, con menos polvo ya casi no estornudo en casa, tantas cosas por limpiar, pocas ganas.

He comido la torta que ayer me compro tu mamá, espero no me haga daño pues lo hice en la noche, me siento tan cansada, después de bañarme me iré a dormir Alex, te extraño tanto.

Alex… ven ya por mi… no tardes… me duelen los pies… ven ya… TE AMO.

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