27 de marzo de 2013

Los zapatos de Cecilia

Hoy no he tenido mucho para salir Alex, he ido a la oficina un rato y me regrese después de la comida, trato de ir con ellos a comer para no sentirme fuera del grupo Alex, aunque por la noche procuro cenar algo de la comida de mamá.

Casi no desayuno por lo que ceno un poco, aunque al parecer hoy lo pasare un poco incomoda, me he servido más de la cuenta, pagare las consecuencias como siempre solías decirme.

Durante la mañana me la he pasado mas organizando algunos papeles que nada, Pedro está trabajando en un proyecto que tiene para armar una mejor alarma para los autos, dice que quizá con eso pueda hacerse de un buen dinero, me hizo pensar en los mini proyectos que tenias de iluminar la casa de manera automática usando un PLC. Tantos planes en el tintero Alex, tantos sueños sin cumplir. Uff…

Ha sido curioso en la hora de la comida que Victor me pidiera el resto de mi comida, como saben bien no como todo lo que me sirven y siempre es el hermanote quien me ayuda, haciéndome sentir que solo lo hace por mi y es un esfuerzo mayor, pero bien que se come la mitad de mi comida, seguramente se han de preguntar él porque tengo algunos kilos de más si es que casi no como, si supieran que como demasiadas golosinas para no sentirme tan mal.

He pasado por la casa de tu mamá al regreso, me encontré a tu mamá en la capilla sola, Cecilia se había ido a comprar algunas cosas con Andrea, por supuesto me quede hasta que ellas llegaron, hablando de cosas sin importancia, aunque en varias ocasiones tu mamá me dijo que si quería me podía ir preferí esperar y hacerle compañía, hemos hablado de muchas cosas pero casi al final recordamos algo de ti y del incidente con Gina, por supuesto nos ha dado un enorme coraje y comenzamos a llorar ambas al recordarte.

Sigo pensando lo mismo Alex, solo a ella y a mí nos duele enormemente tu partida, porque tienen que ser así las cosas?... es la segunda persona que me dice: “Hubiera preferido irme yo pero que él siguiera vivo”, la primera fue mi mamá, la segunda tu mamá Alex, por supuesto que yo siempre lo he pensado, haces mas falta tu aquí que yo.

Cuando oscureció, pasadas las 8 de la noche, llego Cecilia y Andrea, como siempre Andrea solo me saluda porque seguramente se lo exigen, ni me mira siquiera, se retira inmediatamente, tu hermana es la que me ha contado lo caro que están los zapatos, finalmente compro unos “baratos” y que, por su gesto, no fueron mucho de su agrado.

Me retire de ahí en cuanto pude Alex, no tuve ganas de escuchar sus planes para su viaje, sigo sin entender porque ellas pueden salir y yo no, ni ganas me dan, solo tengo algunos planes para hacerlo pero no concreto nada, no quiero salir sin ti Alex, no quiero pero sobre todo no puedo.

Como me dueles Alex…

Alex… ven ya por mi… te lo suplico… duele mucho… no tardes… TE AMO.

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