El día parecía ser igual que los demás, levantarme temprano, revisar unas cosas en la casa y prepararme para ir al Cenlex, tomar una clase sumamente aburrida y esperar la hora de la salida para volver a casa.
A veces pienso que de no ser por las clases me la pasaría encerrada en casa y sin salir, sobrevivir de una manera segura y tratando de que nada me lastime, pero como dice Carlos, tengo que subirme al carrusel de a vida, quiera o no.
Y exactamente eso fue lo que hice, solo que al volver encontré un correo de Victor pidiéndome ayuda para imprimir una presentación de Pedro para un curso que daría, pero al verla tuve que aplicarle el formato que en su tiempo trabajamos juntos, recuerdas?, aquel que solías usar mucho para dar tus clases.
Usando una de tus presentaciones modifique la que me enviaron, hice los cambios pertinentes, no sin antes consultar con Victor, sabes estuvo encantado con la muestra y tuve luz verde para corregir la presentación, cuando hacía eso me puse bastante melancólica Alex, sobre todo porque era yo quien te ayudaba con esa tarea.
No sé exactamente cuántas lágrimas he derramado, pero continúe trabajando hasta que termine el archivo, arme el manual y se lo mande a Victor para que lo aprobara, mañana imprimirlo y traerlo a la oficina para que Pedro se lo lleve a la planta.
Por momentos pensaba que en cualquier momento escucharía tu voz o risas provenientes de la recamara, quizá hasta que abrieras la puerta y trajeras algo de comer, no lo sé, pero deseaba tanto que ocurriera lo que fuera pero verte de nuevo a mi lado. No fue así.
Solo el fío y el sonido de la televisión me acompañaron mientras terminaba, al final me he dado un buen baño y me he ido a la cama. Espero poder conciliar el sueño, me siento muy cansada.
Alex… ven ya por mi… no tardes... TE AMO.
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