28 de enero de 2013

El trabajo en "el salto"

Me levanté a ñas 6 de la mañana Alex, a las 6.30 ya iba de salida hacia la planta de Tula, llevaba conmigo las botas, overol, casco y gogles, todo listo para un día más de trabajo. Se que te hubieras reido de mi al verme, toda una ingeniera de campo habrías dicho y me hubieras dado un enorme beso en los labios, solo que ahora me encontraba caminando, triste y deseando a toda costa un beso tuyo.

Me puse en camino, habia quedado con Víctor en llegar primero y tramitar los permisos de trabajo, todo estaba bien planeado, al menos al inicio. Y de nuevo me perdí, no mucho pero salí una caseta después, pensé que todo estaba perdido pero llegue sin problemas.

Por supuesto te he necesitado tanto Alex, lloré un poco por mi torpeza pero lo solucione lo mejor que pude, llegue a las 8 en punto a la planta pero tuve que esperar a que llegara el personal de la planta, hasta eso no espere mucho.

A las 8.25 ya estaba afuera de la planta con los permisos correspondientes, Víctor llego pasadas las 9 de la mañana por lo que tuve tiempo de pasar mis apuntes en limpio, avance bastante, al menos ya están mas decentes que antes y con un formato mucho mejor.

Y nos pusimos en camino, antes de llegar al salto pasamos a una vulcanizadora para que parcharan una de las llantas de la lobita, pobre caminoneta en donde la meten. Compramos algunas cosas para comer, pero como no había tortas ni nada por el estilo los chicos agarraban galletas, fui yo la que puso el desorden cuando agarre una latita de atún y galletas saladas, al verme todos se fueron por las latas de atún.

No sabes cuando pensé en ti, seguramente habrías dicho que con wiskas era más que suficiente para mi, una latita de wiscas para mi y todos habrían soltado en risas, pero ahora solo osonreí un poco y puse lo que agarre en el aparador.

Llegamos al Salto, un lugar bastante retirado y sin carretera, me pregunte varias veces en que lugar estaba metiendo a la nena, hasta coraje me dio pues Víctor no me dijo nada de eso, muy malas condiciones para llegar, además de que no sabian muy bien el camino y varias veces tuvimos que dar marcha atras.

El lugar bastante pintoresco, cerca de una laguna, pudimos ver algunas garzas y aves sobrevolando el lugar, mientras lo haciamos abrimos las latitas de atún y comimos, como el Papote no quizo le ofrecí un durazno, el último que traía. Lo acepto de buena gana.

Después de comer Víctor, el Hermanote y el Papote se fueron hacia otro lado, me dejaron con Luis y Toño, supuestamente solo supervisaria su trabajo pero al final, como me urgía llegar temprano, sobre todo para evitarme algun comentario de doña Celia, me puse a ayudarlos, cual fue siendo el asombro de todos que no saban crédito, una niña doblando tubos, haciendo roscas y labores de hombre, pero al final un comentario mio hizo que lo tomaran de buena manera, "soy una ingeniera de campo, no de escritorio", con decirte que hasta el señor que cuida ahi no dejaba de mirarme.

Terminamos en tiempo record, no se si fue por mi ayuda o porque ellos no se querian quedar atras, los deje en el departamento y volví a casa, eran apenas las 5 de la tarde cuando ya estaba hablando con tu mamá.

Al final del día me he sentido bien Alex, muy cansada y triste porque no me viste en acción, me viste Alex?...

Un buen baño y a la cama, cuanta falta me haces Alex.... cuanto te extraño.

Alex... ven por mi... no tardes... te hecho mucho de menos... te lo suplico... ven ya... TE AMO.

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