2 de diciembre de 2012

El dojo

Me he levantado un poco temprano, hoy he tomado la decisión de ir al dojo, quizá me haga bien retomar viejos hábitos Alex, tener algo más que hacer, distraer un poco la mente de tanto dolor, al menos eso pensé en un inicio.

Después de vestirme de manera normal me puse en camino hacia el dojo, aquel que no quisiste acompañarme nunca porque te daba flojera Alex, llegué sin problemas aunque pase por un rumbo bastante feo, pero como siempre dijimos, llegue pese a todo.
Toque la puerta pero al parecer no había nadie, esperé un poco y justo antes de dar las 10 am abrió la puerta sensei Manuel, me saludo muy efusivamente y comenzamos a charlar, llego un punto en el que no pude más y le conté lo que había pasado, claro a grandes rasgos, su cara fue de completa sorpresa pues no se esperaba eso, cada vez que hablaba con el por teléfono te mandaba saludar, solo le quedo agachar la mirada y decirme que entendía por lo que estaba pasando, me dijo que su papá había partido hace unos meses, no quise decirle gran cosa, solo pude decir: Gracias pero no es lo mismo.

Y la clase comenzó, entraron varios chicos que nunca había visto, comenzaron a entrenar mientras yo estaba en el área para los visitantes, 30 minutos después apareció Ale, la chica con la que solía practicar, ahora ella ya es cinturón negro, también llegaron otros chicos, que al igual que Ale, son ya cinturón negro, por un momento sentí un poco de envidia, en una realidad completamente diferente a la que me encuentro seguramente ya seria cinturón negro y tu estuvieras orgulloso por mi Alex, pero en esta realidad me encontré triste y en la zona de visitantes.

Sensei Manuel me ofreció entrar a entrenar con ellos, pero no llevaba puesta la ropa adecuada por lo que dije que no, solo me quedé ahí mirando como los demás entrenaban, el tiempo paso volando Alex, me despedí de ellos a las 12 del día pues había quedado de ir con tu mamá y comprar algunas guías con Nochebuenas para colocarlas en el panteón, el regreso ha sido tan duro Alex, tantos recuerdos, tanto dolor, no pude evitarlo y comencé a llorar, lo bueno es que nadie se dio cuenta, ni siquiera tu mamá cuando llegue a verla.

Fuimos a las flores, al mismo lugar donde me llevabas Alex, ha sido duro pero me he apoyado en la compañía de tu mamá y hermana para no llorar, traté de distraerme lo más que pude, al final encontré unas flores que me gustaron un poco, el filo de cada pétalo tiene brillos, seguro se verán bien, aunque pensándolo bien nada reconforta tu ausencia, nada Alex.

Volvimos rápido pues la señora Lucha iría a cortarle el cabello a tu mamá, solo pasamos rápido a la panadería que tanto te gustaba, esta vez he comprado algunas piezas para ti, cuando tu mamá me pregunto porque llevaba esas piezas le he dicho que son para ti, que siempre comprabas esas piezas, ella solo bajo la mirada, dijo está bien, pero sé que ha pensado en todas las cosas que desconoce de ti, sigo pensando que solo yo te conozco.

Ya en casa puse las piezas en un pequeño plato muy cerca de tu foto, por favor ven a comerlas Alex, ya no se que mas hacer, me siento tan mal. Ojalá estuvieras aquí conmigo, ojalá pronto estemos juntos.

La tarde ha pasado lenta, me quede recostada en el sofá mirando televisión y comiendo un poco, hoy he tenido un poco más de hambre que otros días, debo de aprovechar eso para recuperar poco a poco fuerzas Alex, aunque al final siempre me pregunto: Para que hacerlo?

Alex… ven ya por mi… no tardes… TE AMO.

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