29 de octubre de 2012

La visita de David

El día comenzó como cualquier otro, me levante un poco tarde Alex, comí un poco y me senté frente al computador para perder el tiempo un poco, parecía un día normal, tranquilo, pero a las pocas horas David me mando un mensaje, si Alex, tu amigo David, el Ratón.

Después de intercambiar algunos mensajes quedamos de vernos a las 5 de la tarde para que lo llevara al panteón, me dijo que no lo podía creer, han pasado poco más de 19 meses y aun así yo tampoco puedo creerlo.

Comí muy poco, creo que solo probé un bocado y me fui hacia el Cenlex, he faltado mucho por lo que me es difícil hacerlo de nuevo, debo tener algunos días disponibles para cuando deba ir con Víctor a Toluca o donde necesite de mi.

Arrastraba los pies Alex, no quería llegar, no quería ver a nadie, tenia tantas ganas de perderme, de no llevar a nadie y hacerle ver que no era broma, tantas cosas tenía en la cabeza Alex, tantos sentimientos reprimidos, tanto dolor.

Traté de ocultarlo lo mejor que pude, creo que lo conseguí Alex, al menos por unos pocos minutos, el tiempo suficiente para que soportara 1.30 horas, vi el reloj y me salí de mi segunda clase, no podía dejar de pensar Alex, pensar en lo que sucedería en poco tiempo.

Espere un poco, aunque no lo creas el Ratón se perdió y no lográbamos encontrarnos, algo un poco difícil de creer pero después de verle la cara lo entendí, parece esto un sueño, una pesadilla de la cual no puedo despertar.

Rubí se fue conmigo, me contó lo mal que la paso el Ratón cuando se enteró, Jessy se lo dijo el sábado pasado, ha sido un golpe muy duro para el, pude ver el dolor en sus ojos. Pero a ella no le creí su llanto, hablamos un poco, todo el camino prácticamente me la pase llorando, me ha dicho que también las cosas para ellos no han ido bien, han tenido problemas muy serios, más que nada familiares y han sido suficientes para que ellos se separaran de la familia del Ratón, a tal grado que ella ha perdido a un bebé de, creo, 5 meses.

No quise preguntar más detalles, finalmente ningún problema familiar se asemeja a lo que tu y yo estamos pasando Alex, no por hacerlos menos pero cualquiera tiene remedio, menos la separación involuntaria Alex.

Cuando estábamos en el panteón, por primera vez vi al Ratón llorar, su esposa parecía enloquecida, como María Magdalena, no le creí para nada sus lágrimas o palabras, y se que tu tampoco, por un segundo te imagine al lado del Ratón, abrazándolo y tratando de consolarlo, yo no pude Alex, no paraba de llorar. Tantas cosas pasaron, tantas explicaciones, tanto dolor.

Y volvimos a casa, el camino ha sido bastante estresante, casi no hemos hablado, cuando al menos dije una palabra de nuevo Rubí comenzó a hablar y hablar y hablar. Pero llegamos relativamente rápido.

Quisieron pasar a ver a tu mamá, y charlamos un poco, de nuevo el dolor estuvo a flor de piel, tanto de tu mamá, el ratón y yo. Quiero pensar que has estado con nosotros todo el tiempo Alex, lo hiciste?

Y volví a casa, llena de dolor, con dolor de cabeza y los ojos hinchados de tanto llorar, casi no me desvestí, me quede dormida en poco tiempo, solo hablé con mamá, me vestí y recosté, espero mañana no sentir, no vivir, no despertar.

Te necesito tanto Alex...

Alex... ven ya por mi... TE AMO.

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