16 de marzo de 2012

Equivocándome de día

Me levante mas por obligación que por ganas Alex, me vestí, tomé mis cosas y salí de la casa, casi no he hablado con mi mamá, a veces siento que si hablo las lagrimas comenzaran a salir y no podre detenerlas, en otras ocasiones mi mamá es la que habla y al contarme cosas de la familia comienzo a pensar en que no me interesan, simplemente no me interesa la vida de los demás.

Llegue al Cenlex arrastrando los pies, tome ambas clases pero no recuerdo que fue lo que vimos en cada una, solo sé que físicamente estuve presente pero tan distante a la vez. Por más que me esforcé en escuchar las bromas y tratar de reírme con ellas no pude, solo giraba la cabeza y miraba los arboles tratando de descubrirte en uno de ellos.

Como estaba cerca pase y compre el aserrín comprimido para las huronas y sin pensarlo dos veces me fui a comprar las flores, sabía que era temprano y que quizá mi mamá querría ir conmigo, pero solo me puse en camino y las compre, flores de color rosa mexicano, espero que sea un tono lindo Alex.

Regrese a casa y le pedí al trabajador de tu mamá me ayudara con el costal del aserrín, mientras yo subía las demás cosas a la casa, no quise mirar directamente la cara de mi mamá pues sabía que estaría triste por no haber venido por ella. A veces simplemente quiero estar sola y muy pocas veces acompañada, aunque en esas veces ella haga su cara de sufrimiento, creo Alex que es lo que más me molesta de ella, sigue pensando que ella sufre más que yo por tu partida. Qué gran estupidez.

Pasamos el resto de la tarde mirando programas en la televisión, solo que aun después de pocas horas no recuerdo exactamente que vimos, la “vida” me importa tan poco. Hubo un momento en el que simplemente tome las llaves de la casa y salí, supuestamente para hablar con tu mamá y ponernos de acuerdo a qué hora nos iríamos al panteón, fue en la puerta que caí en cuenta: es viernes, son los domingos cuando vamos, volví a la casa y me senté haciendo un enrome esfuerzo para no soltarme a llorar.

No recuerdo exactamente que paso después, pero mi mamá se fue a dormir temprano y me quede sola en la sala, fue cuando comencé a llorar nuevamente Alex. Porque no estás aquí?

Alex… mi querido y amado Alex… porque tardas tanto en venir por mi?... ya no quiero estar aquí… duele tanto… TE AMO.

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