15 de marzo de 2012

12 meses.

Hoy me levante temprano, ojala no tuviera que hacerlo Alex, pero viene la señora de la limpieza además de que quede de ir con tu mamá al panteón. Eran las 9 cuando ya estaba en su casa, en pocos minutos nos pusimos en camino.

Por supuesto ella me ha hecho algunos reproches de camino, se que lo hace por el dolor que siente, solo por eso es que casi no le prestó atención Alex, solo por eso. Llegamos y baje las cosas además de ayudarla a caminar, aunque ella llevaba un palo para sostenerse al final se agarro de mi brazo. Afortunadamente estaba por ahí el jardinero, por lo que nos ayudo a colocar el arreglo de flores que llevábamos. Tu mamá coloco un rosario alrededor del florero mientras yo limpiaba con cuidado las flores que había puesto el domingo pasado, aun estaban lindas pero fueron opacadas por el arreglo floral.

Estuvimos ahí poco mas de 1 hora, el sol comenzaba a lastimar la piel de tu mamá por lo que nos regresamos y fue cuando ya no pude más, comencé a llorar y los reproches surgieron nuevamente, por supuesto esta vez no me quede callada en ninguno de ellos, a tu mamá no le quedo más que guardar silencio el resto del camino mientras yo limpiaba las lagrimas. Éramos tan felices Alex… y ahora soy tan desdichada.

“Qué dios me perdone” fue lo que dijo tu mamá cuando me pregunto si yo no iba a misa o creía en él, como hacerlo si me ha causado tanto dolor Alex, tanto dolor.

Todos y cada uno de los hombres importantes en mi vida me los quita, mi hermano, mi padre, mi abuelo, el doctor Juan Manuel y el más importante… TU… todos y cada uno de ellos se los lleva, porque me causa tanto dolor? Porque?

Mi mamá llegaría después de que la señora terminara la limpieza, sin pensarlo tome mis cosas y me fui al Cenlex, solo tome una clase y me fui de ahí sintiéndome tan triste. Hoy no he hablado con alguien en el salón, solo clave la mirada en aquel árbol en donde suelo imaginarte esperándome todos los días. Al salir me fui directamente al panteón, solo yo.

Como cada mes te leí un poco, llore amargamente y coloque 2 rosas cerca de tu nombre, me quede ahí sola, alrededor de 2 horas y me fui. Fue una llamada de mi mamá lo que me hizo regresar y darme cuenta de la hora, recogí las pocas cosas y me puse en camino para comprar los pastes.

Llame a mi mamá y le pedí que le dijera a doña Celia me esperara para llevarla a recoger los tamales, y así lo hizo. Compre los pastes y llegue a su casa en poco tiempo.

Una vez que me explico Cecilia como llegar a los tamales nos pusimos en camino, por supuesto estuve a punto de soltarme a llorar en varias ocasiones pues me sentí tan perdida a cada momento, pero misteriosamente llegamos sin problemas, compro tu mamá los tamales y comieron un poco ellas, yo solo pedí algunos tamales para llevar.

Después de regresar vine a la casa para darme un baño Alex, aun y cuando no tarde mucho me ha dado tiempo de llorar sin que me vieran, vestí y salimos de la casa para ayudar en lo que faltara y tener todo listo para la misa.

Me senté cerca de Victor y solo repetía lo mismo que los demás, casi no participe en el servicio pues me sentí tan lejos aun estando presente. A media misa llego el osito pooh Alex, tu amigo. Y finalizo la misa. Por supuesto ayude a servir los platos, un tamal junto con un paste en cada uno de ellos, todos ayudaron y comieron, aunque no recuerdo muy bien a las personas que asistieron.

Mi mamá aprovecho para tomarle las medidas a Victor y comenzar a tejer sus chalecos cuanto antes, pude ponerle algunos tamales y pastes a Victor para que se los llevara a sus nenas, fue cuando me di cuenta que la comida había se había terminado.

Me senté a charlar con el osito pooh Alex, puras frases huecas y trilladas, puros consejos tan sin razón. Me conto de cuando su madre había muerto, como se enfermo y entro en una fuerte depresión, y luego… trato de psicoanalizarme. Cuando me hablo del gran amor que me tienes comencé a llorar, solo deje que hablara, casi no respondía a sus argumentos. Pasado un rato tú mamá fue a hacerme una señal, ya comenzaban a irse todos y él seguía hablando. Quería irme Alex pero no dejaba de hablar. Fue cuando llego Cecilia y apago la luz que pude darle las gracias y despedirlo.

Hoy… cierro el ciclo de las primeras veces, el primer cumpleaños, el primer año nuevo, etc… aunque el dolor no ha disminuido en absoluto, cada día es más y más grande. Y cada día estoy más y más sola. Comienzo a dejar de hablar con los demás, encerrarme en mi mundo o lo que queda de nuestro mundo Alex.

Alex… por favor no tardes en venir por mi… te necesito tanto… te lo suplico… ven por mi… duele tanto… TE AMO.

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