9 de enero de 2012

La mandarina

Hoy sonó la alarma del despertador a la hora programada Alex, eran las 10 de la mañana cuando debía levantarme e intentar hacer algo nuevo, pero lo apague y seguí durmiendo. Desperté a las 12 del día sintiéndome muy cansada.

Debo reconocer que esta vez, al servirme un poco de comida sentí los sabores en ella, sobre todo el trabajo y dedicación que hace mi mamá al prepararla Alex, sentí culpa pues tu no lo puedes probarla o ponerle tu acostumbrada pimienta a la comida.

Por supuesto le hable por teléfono a mi mamá para comentárselo y ella comenzó a hablarme de tantas cosas que aun siguen sin interesarme, se que quiere lo mejor para mí y supo, al igual que yo, que la mejor decisión que he tomado fue estar a tu lado Alex, aunque ahora el dolor me sobrepasa, la tristeza y melancolía se han alojado permanentemente en mi mirada.

El día transcurrió como cualquier otro, escondida de todo y todos, sin siquiera poder mirarme por mucho tiempo en el espejo ya que no me reconozco, hasta el cabello ha comenzado a cambiar tanto, de ser negro ahora comienza a tornarse blanco.

Por la tarde he comido un poco de la fruta que mamá dejo, una manzana y una mandarina, fue muy duro pelar la mandarina y mucho más comerla, hace algunos meses apenas pelaba una mandarina y solo quedaba en mis manos la mitad, la otra siempre te la ofrecía o era robada por ti, al final me la pasaba pelando mandarinas para dártelas a comer muchas veces en la boca. Ver películas con un recipiente lleno de gajos de mandarina o rodajas de pepino con chile piquín era muy común entre nosotros Alex, hoy solo veo los pepinos y comienzo a llorar. Ha sido muy triste comer esa mandarina, con cada gajo las lágrimas rodaban por mis mejillas Alex, no lo podía evitar.

Tu mamá comenzó a llamarme alrededor de las 6 de la tarde, me pregunto acerca de su trabajador y me ha hecho hincapié de que en repetidas ocasiones llama por teléfono y no contesto, bastante extraño Alex pues no ha sonado el teléfono.

Esta semana no tengo casi nada que hacer, el jueves es el día que hare algunos trámites y deberé levantarme temprano pues la ratita vendrá, solo así podre “aprovechar” el día y finalizar algunos pendientes, si no fuera por ella, simplemente no me levantaría de la cama.

Alex… no tardes en venir por mi… ya no quiero seguir aquí… no creo poder soportar más tu ausencia… por favor ven ya… TE AMO.

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