30 de diciembre de 2011

Lluvia

Sé que era temprano cuando me desperté, gire varias vueltas en la cama y volví a quedarme dormida Alex. Aun y cuando me obligue a tratar de soñarte lo único que conseguí fue soñar que estabas hospitalizado y debía verte, me encontraba en un lugar lleno de arboles pero con algunos restaurantes, tenía que terminar de comer para ir a buscarte y ayudarte con algo, no recuerdo exactamente que era.

Aun en sueños siempre te tengo presente Alex, ni que decir de esta realidad tan dolorosa. Es por eso que no me gusta estar tanto tiempo despierta.

Me levante y comí un poco de lo que mi mamá me trajo, lo he hecho lentamente para no causarme dolor de estomago o las nauseas que repetidamente he tenido.

Me resulta realmente incomodo el momento en el que mi mamá viene a casa, sigue pareciendo una intrusa en nuestro mundo Alex, un mundo que poco a poco se me desmorona frente a mis ojos.

Casi a las 6 de la tarde pase por tu mamá para ir por las flores, pensó que no iría debido a que no le avise con anterioridad, trate de hacer más amena la charla de camino pero mi mamá estaba con su acostumbrada cara. Compramos las flores sin problemas y regresamos a la casa.

Justo casi al llegar comenzó a llover, un suceso extraño ya que en el mes de Diciembre no es costumbre, de acuerdo a mi mamá lloverá también mañana. Quizá sea la forma en la que el cielo me dice que tu también me extrañas como yo a ti Alex.

Muchas veces he deseado que los papeles sean diferentes, al menos tu no tendrías tantos problemas como los tengo yo, respecto a estar triste y melancólico creo que estarías igual que yo, sigo sin poder entender porque pasaron así las cosas.

Nuevamente hoy arrojaron huevos a la casa, mi mamá me dice que son para perjudicarle el negocio a tu mamá, Doña Celia dice que solo son travesuras y que mañana limpiará el machetero, yo pienso que … no lo sé. Es la primera vez que arrojan huevos a la entrada de la casa. Nuevamente me he sentido desprotegida y sola Alex. Cuanta falta me haces.

Hoy no he podido dejar de llorarte Alex, a veces siento que lloro por mi misma pues no logro poder superar tu partida, kilos y kilos de dolor son los que traigo conmigo a cada momento. Nunca pensé que una ausencia fuera tan dolorosa de llevar. Las ganas no me sobran para salir corriendo tras de ti Alex, solo el miedo a no llegar al mismo lugar donde te encuentras es por lo que no lo he hecho, medicinas tengo, venenos son fáciles de conseguir, tantas y tantas opciones al alcance de la mano. Hay Alex… sigo sin comprender… yo sé que no te querías ir, que no querías dejarme sola, que te entristece el que no dejo de llorar o no dejarte ir con tantas lagrimas pero no puedo evitarlo. Es tan cruel e injusta la vida.

Sigo pensando que “Dios” no me quiere, todos los hombres importantes en mi vida me los quita, pero sin duda el más doloroso has sido tú Alex, sin lugar a duda.

Alex… por favor ven ya por mi… te necesito tanto… no tardes mucho… TE AMO.

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