6 de agosto de 2011

La moneda

Pareciera que el hecho de tener algo que hacer en el día me hace levantarme temprano, hoy a las 7.45 ya estaba con los ojos abiertos Alex, pero aun así maldiciendo el hacerlo.

Me vestí y me fui hacia la oficina, creo que llegue bastante temprano, lo que me permitió pasar por un atole, bastante insípido aunque seguramente soy yo pues difícilmente puedo apreciar los sabores.

Me encontraba bastante inquieta pues ayer al limpiar la computadora le quedo una mancha de agua en el monitor, difícil de quitar. Cuando la prendí hoy en la mañana aun estaba ahí pero más pequeña por lo cual le pase un poco la secadora de cabello Alex, y afortunadamente comenzó a disminuir, creo que será cuestión de tiempo para que desaparezca completamente, gracias por ayudarme Alex, la verdad si me preocupa demasiado.

Al dejarme cerca de la estación Talismán el señor del taxi me ha dado una pequeña moneda de 50 centavos, me quede mirándola por un momento, aunque ya en el vagón del metro pude verla más detenidamente pero sobre todo al hacerlo pensaba mucho en ti Alex, en cómo el mundo gira y gira aunque tú ya no estés en el y yo siga en pausa. Recuerdo aun la vez que te dieron una moneda nueva de 10 centavos, toda la historia y pormenores que me contaste, y ahora solo me encontraba con la mirada fija en esa pequeña moneda, esperando tú historia Alex…

He cambiado nuevamente las pantallas del sistema para Poliquímicos, pero sin dejar de pensar un solo momento en ti, me hizo mucha falta tu aprobación, punto de vista y correcciones Alex. Cada vez que muevo algo es como una puñalada directa al corazón. Espero que estés orgulloso por como he dejado el sistema. Te extraño tanto Aex…

Al parecer Victor ya quiere que me comience a involucrar en el manejo de la empresa, quizá sea bueno para mí, quizá no. Ya te contaré el martes como me va.

Cada vez que me siento triste en la oficina, veo tu casco azul e imagino que estas sentado en el sillón medio dormido, esperando alguna mención de tu nombre para despertar. He ido varias veces al baño algunas para mojarme la cara y procurar no llorar, otras para limpiarme la nariz. Alex creo que me estoy enfermando. Como me hacen falta tus mimos.

Siempre escucho los comentarios que la gente le dice a mi mamá acerca de la tuya, sinceramente ya no sé ni que pensar. Por favor ayúdame Alex, habla con tu familia, no puedo estar desgastándome pensando en que quizá la gente tenga razón o no. La verdad no me importa, pero la situación con tu madre y hermana es bastante complicada, mas en la situación que me has dejado Alex, tu sabes porque… Ayúdame…. Por favor.

He comido poco, no tengo hambre. Hoy ha sido la comida en la cual Armando se ha comprometido, como ha sucedido desde hace tiempo no he sido requerida, aunque ahora la situación ha cambiado mucho, comienzo a pensar que si los necesito. Contigo era invencible, nada me incomodaba o molestaba, pero las cosas han cambiado, la chica de la que te enamoraste ya no existe, me he convertido en el fantasma de lo que llegue a ser. Tengo tanto miedo Alex… ya no se qué hacer…

Los días pasan y pasan, el clima ha mejorado bastante aunque no deja de llover, pero como disfrutarlos si no te tengo a mi lado de la forma en la que me acostumbraste? Cómo?

Hay Alex… que repetitivo es… pero ya no creo soportar más tiempo, ya no puedo más… por favor ven ya por mi… por favor… TE AMO.

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