3 de julio de 2011

La propuesta

Cada día lucho con las ganas de quitarme la vida Alex, cada noche mis últimas palabras son… Ojala me muriera. Y hoy no ha sido la excepción.

Desperté a las 8.30 por la mañana, en teoría vería a Alberto Villa (Poh), a las 9 frente a la casa de tu mamá, ayer al final de la noche (normalmente hablando), Perla me mando un mensaje y quedamos de ir juntas a llevar flores. Alrededor de las 9 me llamo Alberto y se disculpo pues tenía un problema familiar y le sería imposible acompañarnos, es comprensible Alex pues difícilmente las personas laboralmente activas se levantan temprano en domingo, sobre todo por el hecho de que los días siguen nublados.

Nos fuimos al panteón y comenzaron las charlas entre mi mamá, Cecilia, tu mamá y Perla. Yo permanecí casi todo el tiempo en silencio, aunque tu hermana me hizo llorar con uno de sus comentarios, no fue mal intencionado ni recuerdo exactamente cuáles fueron las palabras, pero el sentimiento de soledad fue realmente grande.

Hoy fue bastante difícil, pues pintaron la lapida para resaltar los nombres, por ahora se quedaron todos blancos, pero la semana que entra limpiaran los residuos y se distinguirá perfectamente tu nombre, si hoy ha sido doloroso ver eso… no se qué va a pasar el siguiente domingo.

Hoy se hizo la visita de una tumba más (Nancy la prima de los Díaz), el lugar se encuentra bastante tranquilo y por así decirlo bastante acogedor, nada que ver con la sección a la que vamos cada domingo. Estuvimos realmente poco tiempo, pero fue el necesario para que mi mamá concluyera la charla que había pendiente entre ella y tu madre. Por lo que me dijo dejo claro las cosas y le ha puesto un límite a los malos comentarios que suele hacer tu madre. Espero con eso ella comprenda que esta lastimándote mucho, pues al hacerlo conmigo y hacerme llorar es como si lo hiciera realmente contigo. Aun recuerdo las tantas veces que me dijiste odiabas verme llorar. Siempre trataste de evitarlo lo más posible.

Tu mamá nos invito a almorzar, fuimos a una comida yucateca, todos pedimos torta de cochinita… sabia realmente buena, pero aunque los demás pidieron otra cosa, a duras penas pude terminarla. Lo más resaltante de ese momento fue que Perla pregunto qué haríamos para Navidad. En ese momento sentí como si me apuñalaran el corazón, se me cerró la garganta y el corazón comenzó a latir muy rápidamente, Victor dijo que iba a ser muy difícil, al final ellos quedaron en pasarla en casa de Marisol, con la promesa de que Perla cocinaría lo que ellos quisieran. Sinceramente Alex pocas veces he pensado en ese tipo de fechas, pero dudo que quiera estar en un lugar donde todos estén pasándola bien y yo queriéndome morir más que nunca. No sé ni que haré mañana como para ponerme a pensar en ese día. Mi mamá volteo a verme esperando a que yo aceptara, pero solo pude voltear, tratar de concentrarme en lo que estaba comiendo y evitar a toda costa no llorar, me dolió bastante esa propuesta… La vida continua para todos… eso me queda muy claro… pero Alex… la mía ya no… solo puedo sobrevivir… un día a la vez…

Afortunadamente Perla se fue con los Díaz, aunque fuimos a más lugares y platicábamos de hospitales, atenciones, medicinas. No fue tan doloroso como ese comentario de Perla.

Traje a tu mamá y hermana a su casa para luego llevar a mi madre a la suya. Me comento todo lo que paso en el momento que la deje sola con tu madre, por un momento casi chocamos pues me pase un alto. Afortunadamente nada paso y pude comprarle unas empanadas Argentinas de las que ella me ha traído en varias ocasiones.

Regrese pero tengo la idea de comprar el vino que me trajiste de Ensenada, el que se cayó en el piso de la cocina… Sabes que soy obsesiva así que no me quedaré tranquila hasta poder conseguirla.

Por la noche he comenzado a llorar mucho… me siento realmente sola… me duele el alma.

Alex… te lo suplico… ven ya por mi… no tardes… no quiero salir corriendo tras de ti… por favor ven ya… TE AMO

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