28 de julio de 2011

Estándar

Parece que sí puedo programarme para despertar, pero no para ir tras de ti. Hoy Alex, eran las 7.20 am y desperté. Volví a dormir pero viendo a cada rato el reloj. Quería dejar todo en orden para cuando la ratita pasara por aquí.

A las 9 de la mañana ya estaba levantada, vestida y con todo en orden. La señora llego hasta las 9.30, en cuanto lo hizo subí a limpiar y alimentar a la familia pelos. Al parecer esta sanando bastante bien una de las guerejas Alex.

Mi mayor preocupación hoy fue mover el coche, le quite la pijama, pero al verlo sin ella me sentí muy triste, no pude evitar llorar o imaginarte sentado frente al volante Alex. Cuando lo prendí y trate de moverlo recordé tus palabras: “te gustará manejarlo, es muy suave, inténtalo” y otras tantas que prefiero reservármelas. Ha sido un momento muy doloroso Alex, pero había que hacerlo. Se me apago muchísimas veces, no sé exactamente cuántas. Lo saque, le di la vuelta a la colonia y lo volví a acomodar. Tenias mucha razón Alex, es muy suave de manejar aunque me dio mucho miedo escuchar el motor, solo pasaba de 1era a 2da velocidad. Con el tiempo Alex, con más tiempo y fuerzas podre sacarlo de la colonia. Me viste Alex?... Estas orgulloso de mi Alex?...

Después me fui caminando hasta la parada del Trolebus, no tardo casi nada en llegar pero no tenía lugares disponibles. En una de las paradas casi caigo, me hiciste mucha falta, cuando estabas a mi lado Alex no me pasaba ese tipo de cosas, ahora… pareciera que a cada rato caigo y caigo tal cual lo hace un bebe que comienza a caminar. Solo que en lugar de avanzar continuamente pareciera que retrocedo a cada instante. Oculte mis lagrimas de los demás, en la siguiente parada se desocupo un lugar y pude ocuparlo. Trate de concentrarme en la lectura que traía en las manos y no dejar que la mente actuara por sí sola, no dejar que comenzara a extrañarte más que de costumbre.

Llegue hasta el final del trayecto en poco tiempo. Comencé a caminar y sin pensarlo dos veces me vi enfrente del comedor vicentino. Vi como la gente poco a poco comenzaba a acercarse y pedir un turno, esta vez camine directamente hacia la entrada. Salude a las personas que estaban ahí y espere unos 15 minutos, como aun no llegaba la comida decidí ir a sentarme a un lugar donde había sol, eso me llevo a estar fuera del comedor. Mientras esperaba observe a la gente que estaba a mí alrededor, un lapso de 45 minutos aproximadamente. Cuando llego la comida fue el momento que más vulnerable me sentí, un tipo se me acerco y por mas que le preste atención no llegue a entender lo que me decía, creo que estaba completamente drogado.

Comenzamos a partir la carne en trozos más pequeños y al cabo de 30 minutos empezaron a llamar a las personas. Esta vez me dedique a dar agua, cada vez que llenaba una jarra pensaba en tu Alex, me inundo un mundo de preguntas, (lo que estarías haciendo, si me acompañabas en ese momento, si te sentías orgulloso de mi… simplemente si te encontrabas a mi lado).

Al salir del lugar no me sentí tan triste como la primera vez, pero si preocupada y sola. Me dirigí hacia Donceles para buscar algún libro de Anne Rice pero no encontré ninguno que no tuviera ya.

Caminando de regreso a casa me he sentido muy triste Alex, te necesito tanto...

Alex… por favor no tardes mas en venir por mí… por favor… es muy duro estar sin ti… TE AMO

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