17 de diciembre de 2020

Rojo o amarillo

Hoy me he levantado temprano Alex, los vecinos comenzaron a hacer su escándalo al meter sus cosas e irse a vencer, por un momento pensé que estaban dentro de la casa, pero al levantarme y revisar, me di cuenta de que no, así que me acurruqué un poco más, sin embargo, a las 8 ya estaba levantada.

Aunque hoy he tenido que apurarme al hacer lo de todos los días, como dejar todo listo en el trabajo, asegurarme que todo esté funcionando y bloqueando correo SPAM, mandar algunos mensajes a usuarios y contestar llamadas de clientes, recoger un poco la casa, aprovechar y tirar la basura antes de desayunar pues hice jugo de naranja y eso de quedarme con desperdicio no es bueno.

Todo esto antes de ir al dentista, por supuesto me he asegurado de llevarme el diente que se me safo las semanas pasadas, al llegar me hicieron sanitizarme dos veces pues al salir y mover al coquito a un lugar más cercano, tuve que hacer todo de nuevo.

Y, para no variar, he estado en la sala de espera por casi 1 hora, creo que la chica que salió llorando fue la culpable, no porque fuera invidente, más bien porque creo que salió sin uno, o quizá dos dientes menos y llorando.

Cuando fue mi turno me revisó el doctor, me ha confirmado que el trabajo que me hizo la dentista hace como mil años, estuvo mal, por lo que deberán de restaurar ese colmillo y luego tomarme la muestra para la placa y así poder resolver algunos problemas, por supuesto he pedido que me hagan el presupuesto y bueno, ahora veré con mi amigo Oso si me sale mucho más barato con él, aunque no se si sea una buena opción.

Ya en casa, después de guardar al coquito, he pasado a ver el tema del nuevo marco, solo que no estaba tan segura de cual elegir y pues que se me ocurre decir: “Si pasa un coche rojo escojo el de color más rojo, si pasa uno amarillo será el caoba”.

Justo cuando hacían la nota, volteo y veo una camioneta amarillo pollo, así que solo me quedó sonreír y pagar el color caoba, no miento Alex, pero casi me suelto a llorar en ese momento, reprimí mis lágrimas hasta llegar a casa, pero no pude hacerlo pues mamá llamó y no me sentí capaz de preocuparla por sentirme tan sola.

Por supuesto le he contado el “juego” de los colores, creo que no entendió bien, pero al menos pude llorar un poco mientras me bañaba.

No tienes idea cuanta falta me haces Alex, ojalá todo fuera como antes, con problemas, con enojos, con risas, con lágrimas, pero estando juntos.

Alex… TE AMO.

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