8 de diciembre de 2020

Haciendo tareas

La alarma para ir a la leche sonó a las 7 de la mañana, sin embargo, me he dado el lujo de apagarla y quedarme más tiempo dormida, aunque poco tiempo después sonó la que uso para levantarme y comenzar la jornada laboral, solo que esta vez me he quedado un poco más en la cama, sobre todo porque sentí bastante frío y, apenas abrí los ojos, comencé a estornudar bastante.

Cuando por fin me levanté de la cama noté que durante la madrugada me estuve limpiando la nariz, pues vi varios papeles ya usados, algunos de ellos con un poco de sangre, señal de que en la madrugada bajó bastante la temperatura, así que creo voy a tener que bajar la cortina de la puerta hasta que el clima mejore.

Afortunadamente tuve una mañana muy tranquila, pude desayunar a buena hora, lo que me resultó curioso es que justo cuando estaba a punto de comer, pasó la basura, así que pude tirarla, en especial el desperdicio que todos los días sale en casa, sobre todo porque estoy exprimiendo naranjas, toronjas y mandarinas para hacerme un jugo.

Así que, pude comer sin presiones ya que últimamente no me gusta tener basura en casa, eso y los trastes me ponen de mal humor, peor bueno, poco tiempo después llegó el ahijado para que continuáramos con su tarea de inglés, por suerte hoy hemos concluido eso y aprovechamos el tiempo para hacer otra más y planear lo que íbamos a hacer en los siguientes días.

Solo tuvo unos errores que, estoy casi segura, se debieron a su ortografía, así que ya ni para que hacer corajes, pero bueno, me ha dado mucho gusto que por fin entendiera en echarle ganas ahora y tener todas las vacaciones libres para no hacer nada, táctica que siempre he utilizaba en mis estudios, le conté por supuesto de aquel maestro que me mandó a extraordinario, aunque al final no le quedo de otra más que ponerme 10, que, por supuesto, se lo restregué en la cara, figurativamente hablando.

Y bueno, termino el día charlando con mamá, me ha acompañado a regar las plantas, bañarme y prepararme algo para cenar, y, mientras bebo una taza con café, te he pensado bastante Alex, a veces miro el lugar donde siempre te sentabas mientras yo estaba en la mesa, no se Alex, tantas cosas que me vienen a la mente, sobre todo la falta que me haces.

Alex… duele mucho… TE AMO.

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