25 de noviembre de 2020

El libro y de prisas

Hoy me he levantado temprano pues ayer quedé con Vic de conectarme a su nueva computadora para configurarla, pero como los tiempos para Vic son relativos, terminé conectándome remotamente por ahí de las 9.30 de la mañana, un poco tarde pero bueno, pensé que solo trabajaría en esa tarea, sin embargo, he tenido que estar atenta a otros pendientes.

Así que, cuando menos lo pensé, estaba con 3 conexiones remotas al mismo tiempo, ni hablar, a veces tengo días complicados y otros tan tranquilos, pero no me quejo Alex, trabajo es trabajo, el problema no fue tanto la carga de trabajo, si no más bien que me desesperé con la maquina de Vic, pues iba muy pero muy lento, por lo que al final terminé vistiéndome y yendo a la oficina por esa laptop.

Estando en la oficina recibí una llamada donde me decían que ya estaba en la sucursal el libro que pedí hace unos días, así que me desvié un poco para ir a la plaza, aunque me ha costado un poco acomodar al coquito e ir a la librería, al final lo hice, y vieras que está bastante cambiada esa sección, solo caminé y sonreí un poco al salir, muchos cambios Alex.

Y me vine volando a casa pues Ángel me mandó un mensaje de que ya iba a la casa para tomar sus clases, así que llegué derrapándome Alex, en cuanto acomodé todo llegó y tomó su clase, la verdad ni le puse atención por configurar la lap de Vic, al final de su clase le he ayudado con una tarea, por suerte no estuvo tan complicado, así que en cuanto salió terminé de configurar la lap y le mandé mensaje a Vic.

Pensé que me pediría llevarla a la oficina, al final me dijo que mejor pasaba por ella mañana, en cuanto estuviera cerca de la casa me mandará un mensaje para coordinarnos, aunque en mi caso será más bien estar presentable y bueno, así concluyo la jornada laboral.

Un día bastante cansado, estresado, cansado, pero finalmente pude resolver todo Alex, estoy segura estarías orgulloso de mi, además, mientras me bañaba he charlado con mamá, me ha contado algunas cosas de su hermana, de la familia y bueno, cosas que no me interesan, pero he preferido guardar silencio y disfrutar el baño mientras ella hablaba, solo respondía con un “ajá”, “ellos sabrán” y un “está bien”.

Alex… al final de días como hoy me haces tanta falta, esa mirada de orgullo que me encantaba… TE AMO.

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