Eran las 7 de la mañana, cuando de nuevo el ruido de los vecinos me despertó, sin embargo, esta vez pude de nuevo conciliar el sueño, para así levantarme a las 9 de la mañana, más que nada porque comencé a sentir calor que otra cosa, el cuarto se mantuvo oscuro bastante bien ya que ayer tape todos los huequitos por donde podría entrar la luz, y vaya que funcionó Alex.
Como ayer hice limpieza, no tuve mucho para hacer hoy, eso y
que en el trabajo estuvo muy tranquila la mañana, por lo que pude ver algunos
videos en la televisión y navegar un poco por internet, sin embargo, a medio
día, comenzaron a llegar las solicitudes y pues a atenderlas.
Solo me distrajeron una vez cuando tocaron la puerta e
hicieron una pequeña encuesta, además de que pegaron un cartel donde invitaban
a todos a seguir cuidándonos y usar cubrebocas, cosa que poca gente lo hace,
pero bueno.
A las 2 de la tarde he salido rápido para irme a cortar el
cabello, de ida me topé con Blanca y Pepe, me acerqué mas porque vi que Blanca
se sentaba y, por un segundo, pensé que quizá se habría sentido mal, por suerte
solo estaba esperando a la comadre, de ahí fui a la estética pero estaba
cerrada, así que volví a casa y me animé a marcarle a la señora Lucha, quien me
dijo que llegaba casi a las 3 de la tarde.
Y como a esa hora me enteré que el ahijado se iba a quedar
en su casa, aproveché para irme a cortar el cabello, aunque antes de salir me
pidieron hacer algo del trabajo y ni modo, a hacerlo, por fortuna encontré una
forma sencilla de hacerlo y lo entregué de volada, de camino a la estética
pensé en decirles como le hice pero, prefiero que no Alex, una manera un poco
burda de hacer que me necesiten, lo curioso es que cuando iba pensando eso, tu
voz en mi cabeza me dijo que no lo hiciera, y creo es lo mejor.
He vuelto a casa 1 hora después, cuando llegue a la estética
había 2 personas, pero me he sentado del otro lado del local, y pues de nuevo
me lo he cortado corto, no mucho, pero me acordé de la vez que me lo corté así
y tu cara de: “tan cortito?”.
Dando las 7 de la noche ha venido el ahijado, para suerte
del él no ha tenido su última clase, le he dado de comer, por supuesto le he
dado de las guayabitas que mamá hizo en almíbar, que por cierto le gustan
bastante.
Después de que se fue a su casa me he dado un buen baño con
agua caliente y charlado con mamá, un día productivo, creo.
Pero me has hecho mucha falta Alex… como siempre… TE AMO.
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