23 de noviembre de 2020

Comprando un libro

Vaya inicio de semana Alex, aunque tenia planeado quedarme más tiempo dormida, me he despertado por una llamada de tu hermana a las 8 de la mañana, pues quería saber si habían barrido el frente de la casa en los últimos días, cuando me vestí y salí a ver si todavía la encontraba abajo, le vi darle dinero al chico e irse de volada a la tlapalería, por supuesto le dije que ayer, cuando volvimos de andar en bici, le di dinero al barrendero para limpiar el frente, por supuesto me preguntó que cuanto y bueno aprovechó para hacerme más preguntas, ya sabes, muy al estilo de tu hermana.

Para ser lunes me di a la tarea de ir a la farmacia para comprar algunas cosas que mamá me pidió, de regreso me la he topado de nuevo y charlamos un poco, esta vez cosas sin tanto interés, y me vine a la casa para encerrarme, al menos esa era mi idea.

Hasta que navegando en internet descubrí que un libro, de mi autora favorita, estaba en descuento, de hecho, mucho más barato que la vez pasada, el único inconveniente es que debía ir a la sucursal para hacer el pedido directamente, por estar en liquidación, así que investigué donde había una sucursal y zaz, encontré una en la plaza que solíamos ir.

Como no quise ir sola, le he pedido al ahijado que me acompañara, pero nos iríamos en bici, pues es el mismo recorrido, o parte de el, que hacemos los domingos, me dijo que, si y que nos vamos Alex, por supuesto hemos ido con mucho más cuidado pues encontramos mucho tráfico y gente en la calle.

Y ya en la plaza, por más que me apuré, casi me suelto a llorar, caminar por esos pasillos, ver las tiendas que solíamos visitar y donde compramos algunas cosas, casi pude imaginarte caminar a mi lado, así que preferí correr a la librería antes de soltarme a llorar, para rematar, el local se encuentra en la parte del fondo, y pues pagué y me fui de ahí lo más rápido que pude, y regresamos a casa.

No paso mucho tiempo hasta que vino el ahijado a la casa para que le ayudara con una de sus tareas y a que tomara algunas clases, al terminar he hablado con mamá, y como siempre, me ha sacado de quicio pues me dice que mañana quiere aprovechar la salida para ir a compra algunas cosas, y ya sabes que cuando disponen de mi tiempo es como si me pusieran un cuete atrás, le he dicho: “Oye mamá, si sabes que estoy trabajando, verdad?”.

A lo que ella me respondió: “Perdóname, mañana a ver como me voy”, y comenzamos a discutir, en fin, respiré hondo y le dije que mañana pasaba por ella, aunque ella quería que llegara a las 9 de la mañana para aprovechar el día, y pues no llegaré a esa hora, será hasta las 11 o quizá más tarde.

Termino el día bastante frustrada, triste y pensando mucho en ti.

Alex… ya ven por mi… no puedo más… TE AMO.

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