12 de septiembre de 2020

Los tacos dorados

El reloj sonó a las 8.30 de la mañana, tal cual está programado, solo que me he quedado en cama unos 10 minutos más, aprovechando que el clima estaba un poco frío, sin embargo, a las 10 de la mañana ya estaba afuera, rumbo al mercado para comprar todo lo que mamá me encargó, aunque no eran muchas cosas hubo cosas que no pude comprar en el mercado pues no tenia intenciones de comprar limones a 30 pesos el kilo.

La siguiente parada ha sido el mercado que se encuentra cerca de la casa de mamá, ahí debía comprar pollo, pero el local no estuvo abierto las veces que pasé por ahí, en dicho lugar aproveché para comprar limones que me costaron 19 pesos el kilo, pensé en comprarle a mamá pero viendo la calidad de los mismos solo me animé a comprar medio kilo, pues el normal estaba en 35 pesos, quizá por las fechas es que lo han subido, quizá la pandemia, pero solo compré eso y me fui a la cremería, donde pude comprar lo que mamá me encargó de ahí.

Aunque tuve que esperar unos 20 minutos a que abriera el consultorio homeopático para poder comprar otro encargo de mamá, solo que al parecer no lo pidieron, pero me han dicho que está escaso y bla bla bla, al final se quedó en que el lunes mamá deberá ir, claro que de pisa y corre, ni hablar, hoy ha sido uno de esos días en los que difícilmente he podido comprar todo lo que mamá me encargó.

Ya con mamá le dejé sus cosas, bebí el jugo de zanahoria que hizo y me vine a casa, no pasé mucho tiempo ahí, sobre todo porque me da ansiedad dejar el coche afuera, ya vez como está la zona, por suerte mamá ya me tenía todo preparado para venirme, con decirte que hoy tampoco coincidí con el chico de la camioneta que vende frita, ni que decir del rodante, fui rápido esperando comprar un poco de fruta, pero se me hizo excesivo pagar a 15 pesos las tunas, al final solo compré una lechuga y me vine a casa.

Una vez que llegue a casa y guardé todo, me animé a salir de nuevo, esta vez para comprar unas flautas, de las que solías comprar por el taller mecánico, me dolió estar ahí, pero las compré Alex, de regreso no pude evitar suspirar mucho pensando en ti, en las veces que fuimos a desayunar, te confieso que casi me suelto a llorar cuando una señora fue a reclamar que le habían enviado muy poco consomé, solo bajé la vista pero casi pude verte comerlo en una de las mesas.

En casa me las he comido, muy ricas, por cierto, hasta les he puesto un poco de salsa, que por cierto picaba bastante y pues solo pude ponerles unas gotas, no mucho pues comencé con un poco de tos, pero pensé en todo momento en ti Alex.

Por la tarde me recosté en el sofá y me quedé dormida, eso y que hacia un poco de frío pese al sol que había afuera, solo me ha despertado el toquido de unas personas que ofrecían un producto, según para ahorrar energía, por suerte los pude ver desde arriba sin tener que abrirles, aunque creo que nadie les abrió en la cuadra.

Termino el día pensando tanto en ti Alex, en que quizá debí haber tomado un poco de coca cola para honrarte, en lo mucho que me haces falta, en que desearía estuvieras acá, en tantas cosas Alex.

Alex… duele tanto estar así… ven ya por mi… TE AMO.

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