Sábado de ir a casa de mamá, así que me he levantado temprano e ido al mercado para comprar todo lo que me pidió para la semana, entre verduras y fruta para ella, hasta he aprovechado en comprar un poco más de tunas para mí, sobre todo porque aún está el ahijado en casa y amenaza con quedarse más tiempo, pero bueno.
De camino he pasado a la pollearía, pero me la encontré cerrada, quizá sea bueno pensar en llegar un poco más tarde a casa de mamá esperando que las tiendas estén abiertas, por supuesto he pasado a la cremería donde pedí algunas cosas para mamá y otras pocas para la casa, sobre todo un poco más de salchichas y huevos.
Antes de llegar a casa de mamá me animé a subir a la azotea y darme cuenta de lo que la tipa terminó haciendo, que bueno es un pequeño cuarto donde seguramente tendrá su lavadora o que se yo, tomé suficientes fotos para nutrir un poco más la demanda que planeamos meterle, sigo sin entender como es que las personas son así, pero con esta tipa ya llevamos 2, en fin, como se dice: “la venganza es un plato que se come frío”.
Ya con mamá le explique lo que vi mientras tomaba el jugo de zanahoria, la vi bastante triste y pensé en traerla a casa, solo que ella no quiso por miedo a que esta tipa termine haciendo otras cosas y que la deje más encerrada, de verdad que esta loca, pero que puedo hacer Alex?, rebajarme a su nivel ya lo hice y no sirvió del todo, finalmente se salió con la suya y que le vamos a hacer, lo malo es que la vecina que, supuestamente se lleva bien con mamá y es amiga de esta tipa, no la alertó de lo que iba a hacer, como dicen: “con amigos como esos para que se quieren enemigos”, ni ha salido de su casa.
He vuelto a casa temprano, le di un buen abrazo a mamá y traté de tranquilizarla, pero debía volver temprano pues hoy es el examen del ahijado, quien por cierto me ha incomodado un poco por su actitud, eso y que su mamá anda en su menopausia, no se hace de los dos uno, en fin, quizá soy yo la que ya no soporta ese tipo de actitudes.
Tomamos camino a medio día, pese a que la cita era hasta las 2 de la tarde, por suerte encontramos un buen lugar para estacionarme, a la vuelta de la escuela donde presentaría el examen, y cerca de una patrulla, el resto fue ver como entraba a las instalaciones, ir por algo de comer y charlar de cosas sin importancia con la comadre, aunque ganas no me sobraban para preguntarle porque se portaba así conmigo, solo que no quise caer en controversia.
Casi a las 6 de la tarde salió el ahijado, su mamá por supuesto saltó para recibirlo, ambos olvidándose de mí, pero si buscándome para regresarnos, en fin, una vez más he servido de chofer, al menos es lo que me hicieron sentir ambos cuando, en lugar de invitarme algo de comer o ir a su casa, me pasaron a dejar a la puerta de la casa, por lo menos me dieron las gracias pero no se Alex, estoy casi segura que se fueron a celebrar a algún lado pues más tarde vi que llegó Armando y compañía.
Casi a las 10 de la noche me manda un mensaje el ahijado para avisarme que ya venía de camino, preferí no contestar y hacerme la dormida, ya mañana veremos que pasa Alex, ni siquiera he revisado mi celular, estoy segura de que se van a molestar conmigo, pero no esta bien lo que me han hecho, o sí?
Por supuesto me viene tanto a la mente tu cara de disgusto y la mano de enojo, hasta creo haber escuchado tu voz diciendo: “No abras”, entre eso y que tanto los vecinos estuvieron de fiesta pues para que arriesgarme.
Alex… me haces tanta falta… ven ya por mi… TE AMO.
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