El pasador de la puerta

A pesar de ser un día entre semana, me tomé la libertad de quedarme el mayor tiempo posible en la cama, así que a las 9 de la mañana apenas iba levantándome, pero a diferencia de otros días, en cuanto pude prendí la computadora para revisar algunas cosas y estar segura de que todo estuviera trabajando como debía, al terminar de hacer la revisión de todos los días, calenté algunas croquetas que mamá me hizo para desayunar, tuve ganas de ir a comprar un jugo de naranja pero, al final solo preparé un poco de café, que me ha servido bastante para alejar lo poco del sueño que aún tenía.

Entre las 11 y 11.30 de la mañana vino la camionetita de siempre, donde suelo comprar fruta, solo que no encontré fruta buena, todo lo que traía era para comerse casi al día, así que esta vez no pude comprarle a mamá mameyes o más melones, por suerte el martes pude traerle uno y ya el sábado veré que más fruta le puedo comprar en el mercado, lástima que el señor le vendió todas las zarzamoras a los Bonies, ni chance me dio de verlas.

Lo curioso del día ha sido que al bajar a comprar cloro, no pude abrir la puerta de forma normal, al revisar me percaté que estaba puesto el pasador que usualmente pongo en las noches, solo que aunque hice memoria varias veces en la mañana, estoy casi segura que yo no lo puse, mamá me dijo que quizá lo hice de forma mecánica, solo que no creo Alex, sobre todo por haber luz de día, quizá lo pude haber hecho después de las 6 de la tarde, o ya cuando estuviese oscuro, pero no en la mañana.

He charlado un poco con Belén en la mañana y luego por la noche, lo que hizo que terminara haciendo ejercicio casi a las 10 de la noche y me tuviera que bañar más rápido de lo normal, eso y esperar a que se medio secara el cabello para irme a dormir, esa videollamada por la noche movió un poco mis horarios, pero lo disfruté bastante, extraño no poder ir a su casa, pero en la situación que estamos por la pandemia, prefiero las videollamadas a un contagio por descuido.

Termino el día pensando mucho en ti Alex, a pesar del tiempo me haces tanta falta, justo hoy no quiero pensar en las cosas que pudimos haber hecho, quizá hasta ser padres, no sé Alex, duele tanto.

Alex… TE AMO.