20 de abril de 2020

Las hojas de la planta

No se porque Alex, pero hoy me he levantado bastante cansada, con decirte que apenas terminé el desayuno me recosté un poco en el sofá, aunque solo miré un par de vídeos en la televisión, preferí levantarme y obligarme a cumplir mi jornada laboral, por supuesto me he tomado mi acostumbrada taza con café.

Sabes Alex, el sabor del café que compramos hace años en Belice, sabe bastante bien, mientras lo servía en la cafetera, recordé donde lo compramos, de hecho, creo que la emocionada había sido yo, lo trajimos y guardamos en los cuartos de arriba, hasta se lo regalamos a tu amigo Eduardo, pero lo dejó cuando se fue, te acuerdas? Bueno pues, lo rescaté al desocupar los cuartos y ha sido hasta hace unos días que lo abrí y comencé a usarlo, confieso que me sentí un poco nostálgica al abrirlo, como quise preparar más de 1 taza y compartirlo contigo.

Pero bueno, como ayer, cuando volví a casa, corté un poco las hojas de la planta de la macetón de afuera, y en vista de que el güero no vino, me animé a salir de casa aprovechando que el camión de la basura se estacionó enfrente de la casa del vecino, pues me vestí rápido, tomé una pala y junté el mayor número de hojas posibles para tirarlas, afortunadamente cuando lo hice no estaba ningún señor así que me alejé de ahí rápidamente y me encerré de nuevo.

Digamos que eso fue lo más emocionante que hice durante el día, pues solo estuve al pendiente del teléfono, hoy de plano no me dieron ganas de hacer más, así que mi día estuvo bastante aburrido, solo navegando por internet, revisando alguna que otra red social y la página de Yahoo.

Durante la tarde he charlado un poco con mamá, nada interesante en sí que contar pues me ha estado repitiendo los chismes que son ya comunes entre sus hermanas, que si no tienen dinero, que si un hijo solo quiere trabajar en determinada empresa, que si el otro se va a Pachuca con su actual novia, que si la nieta es grosera, que si el nieto va y viene, etc.

Créeme que estuve a punto de decirle nuevamente que todo eso no me interesa, mucho menos saber la vida de su vecina, sin embargo, guardé silencio y escuché pacientemente lo que me decía, y pues soy la única persona con la cual se puede quejar de su familia o de todos en general.

Más tarde me he animado a darme un buen baño, espero descansar un poco la mente y comenzar un día mejor que el de hoy, así que me iré temprano a dormir Alex, vienes?

Alex… te extraño tanto… TE AMO.

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