5 de abril de 2020

La escoba

Cuando me desperté pensé que me había quedado dormida como antes, pero no Alex, pese a que el celular decía que eran casi las 11 de la mañana, después de lavarme la cara me di cuenta que es con el nuevo horario, aunque si he dormido un poco más de lo acostumbrado en días anteriores, pero nada que se parezca a lo que hacía antes.

En cuanto me levanté de la cama comencé a juntar la ropa sucia, aprovechando que el sol estaba en su apogeo, me animé a lavar la colcha con la que me tapo y la sobre cama, aunque comencé a tender la ropa un poco tarde, no tanto, pero tuve que apurarme un poco cuando fue turno de mi ropa.

Mientras terminaba de lavar y tender algunas cosas, escuché la dulce melodía de un organillero, no me gustó que me estuvieran gritando para que les diera una propina, sin embargo, algo me hizo bajar y darles un poco, no mucho, por supuesto ha sido desde arriba Alex, para nada abrí la puerta, me ha gustado poder escuchar las melodías de ese instrumento, ambientaron muy bien el día mientras terminaba de lavar.

Cuando ya estaba a punto de terminar de limpiar un poco la casa, el camión de la basura hizo su aparición, pero recordando lo que pasó la semana pasada, esta vez mi idea era de no salir, y no lo hice Alex, aunque poco tiempo después noté que el camión de nuevo estaba estacionándose afuera de la casa del doctor, por lo que rápidamente me vestí, tomé la poca basura que tenia y, con ayuda de una escoba y una pala, recogí la basura que estaba fuera de la jardinera.

Más que nada porque los animales han comenzado a usar esa parte de baño, y ni como ayudarme Alex, sobre todo porque fui yo quien saco la basura, de eso ya algunos días, creo que más de 1 semana estuvo así y nadie lo recogió, de hecho, ni el señor de la basura vino la semana pasada, bueno pues mientras terminaba de tirar la basura barrí un poco las hojas que obstruían la coladera, pero zaz, que se me rompe la escoba de la misma forma que pasó ayer con mamá, que mal.

Terminé tirando todo a la basura, solo me quedé con el palo que use para armar una escoba aprovechando que había una medio escondida en la parte de abajo, por los tubos que nadie limpia, así que me quede con una escoba mocha, sin basura, un poco sudada y metiéndome a bañar de inmediato.

Como se llenaron un poco de pelusa mis playeras terminé poniendo la secadora para quitárselas, lo demás he tendido y mientras transcurría la tarde fui quitando poco a poco, las veces que subí me di cuenta de como tu hermana quitaba su ropa para tiempo después Andrea y su pareja tendieran su ropa, al que no vi fui a tu sobrino tender, quizá fue su esposa, quien sabe, pero los lazos en casa de tu mamá terminaron llenos.

Termino el día mirando una serie sobre judíos ortodoxos, pensando mucho en ti y sintiéndome triste.

Un día menos Alex… me haces tanta falta… TE AMO.

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