18 de abril de 2020

El encuentro con Evodio

Hoy he procurado levantarme más temprano de lo normal con la finalidad de no encontrarme gente en el trayecto hacia la casa de mamá, tuve suerte pues casi iba sola en el transporte, aunque hubo un detalle con una persona que se la paso tosiendo bastante, afortunadamente para mi iba en la sección de hombres, sin embargo, me puso alerta.

Ya en casa de mamá he tratado de seguir el protocolo de entrada, al llegar me limpie los pies en el trapeador, me quité el cubrebocas e inmediatamente me lavé las manos, luego saludé a mamá un poco de lejos y, mientras acomodaba lo que le llevé, ella me preparó un desayuno, bastante rico a no ser porque me salió una piedrilla de sal, que no le dije para que no se angustiara.

Durante la semana ella me fue preparando la lista de cosas que comprar hoy pues le dije que ella se quedaría en casa y yo saldría, pero rápido, sin tantas pausas, así que organicé la lista y la distribuí en salidas, la primera fue al mercado para comprar pollo, algunas verduras y condimentos para de ahí finalizar en la creería.

Al llegar con todo a casa de mamá, ella ya me esperaba con el carrito pues la siguiente salida ha sido al rodante, donde compré fruta, verdura y algunas cosillas más, traté de no detenerme mucho, comprar casi todo en un solo puesto, y de ahí irme a casa sin tener más interacción que con las personas a quienes les compre, solo que, a una cuadra para llegar con mamá, escuché como me gritaban: “Señora, señora, los está tirando”, mi primera reacción fue de no voltear, pero al insistir lo hice y noté que iba tirando los duraznos, puedes creerlo?, afortunadamente solo fue eso pues lo demás estaba bien cerrado.

En cuanto llegue mamá ya me estaba esperando con las cosas que me traje a casa, así que metí el cochecito, guardé mi comida y me vine a casa, mientras venia de camino a casa pensé en si era tan necesario ir al rodante para comprar algunas cosas, al final decidí no hacerlo, así que llegando a casa me he dado un buen baño, puse en el sol la ropa que había usado y acomodé todo en su lugar, tengo que comer, fruta y algunas cosas que hasta se me han estado echando a perder, así que para que salir Alex.

Solo he ido a comprar agua, ahí tuve un encuentro con Evodio bastante incómodo pues al verme con cubrebocas se me quedó viendo con tanto asombro que me incomodó bastante, por supuesto le he sostenido la mirada, pero en ningún momento la bajo, solo el caminar hizo que dejara de verme, pero realmente me hizo sentir mal, maldito tipo.

Durante la tarde ha chispeado un poco, no mucho, pero me ha relajado bastante Alex, y bueno cabe mencionar que he estado pensando tanto en ti durante tanto tiempo que a veces ya ni se si es poco o mucho.

Alex… te sigo esperando… ven ya por mi… TE AMO.

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