1 de febrero de 2020

Con prisas

Hoy de plano si he andado de aquí para allá Alex, siempre con prisas, pero bueno, para comenzar el día mamá ha tenido que venir a la casa, más temprano de lo pensado y argumentando que Miguel tenia que llevar a la maestra como todos los días, pues quede de llevarla a ver el tema de sus dientes, uno de tantas cosas que había dejado pasar y bueno, ya es necesario.

Para eso hemos tenido que ir a la Basílica, pues es ahí donde Osiris tiene su taller, solo que nada mas le tomaron los moldes para hacer no sé qué, y bueno tendremos que volver otros sábados para que le hagan el proceso normal, yo le calculo otros 3 sábados, aunque todo puede pasar, ojalá queden perfectos y ella se sienta a gusto.

Después hemos pasado a la Basílica pues mamá quería llevar agua bendita, compramos unas botellas en una tienda de conveniencia y fuimos a bendecirlas, o más bien que nos echaran agua, y como llevaba las cosas que le junté en la semana, pues nos fuimos directo hacia las peseras que la llevan a su casa, tuvimos suerte pues casi no esperamos mucho, de ahí a correr para ir por el coquito Alex, no es que lo fuera a usar, pero tampoco es para que lo dejara todo el fin de semana largo, que tal si algo pasa y lo necesito, ya sabes, cosas mías, así que fui a recogerlo.

Solo que tuve que volver pues no me dieron la batería vieja, ya de regreso pasé al rodante en busca de los huevos de 2 yemas, pero no trajo el señor, fui a guardar al coquito donde siempre y a ponerle su pijama, que por cierto ya debo de lavar. Y fue cuando iba camino a casa cuando me encontré con el sobrino de Alfredo, quien me ofreció una disculpa por no haberme podido ayudar argumentando que le dolía mucho la mano, que por cierto creo trae enyesada, solo dije: “No se preocupe, pude resolverlo, gracias” con un tono no tan irónico y me fui caminando a casa para acomodar mis cosas e irme a casa de Belén.

Antes de irme he limpiado un poco la casa, dejé todo limpio y salí de casa, llegue más o menos a la hora acordada solo que, llegando al metro Rosario me he topado con un gentío en la parada del camión, he tenido que pedirle ayuda al checador, Don Beto, para que me ayudara a subirme pues iba a contra reloj, por suerte lo hizo y hasta me fui sentada hasta adelante, y vaya que había gente Alex, el camión parecía guajolotero, gente por todas partes.

La bajada fue un poco difícil por lo mismo, pero bueno, tomé el pesero y llegué justo a tiempo, pero como había mucha gente y bastante tráfico no pudimos llegar a la plática, ni hablar, deberá ser otro sábado, que no quedan muchos, pero se hizo el intento.

Termino el día pensando tanto en ti Alex, desenado que estemos juntos y super cansada, ojalá pudiera darme un buen baño, pero me da pena hacerlo en casa ajena.

Alex… TE AMO.

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