28 de febrero de 2020

La misa de tu tía Bety

Hoy he ido al trabajo como cualquier otro día, durante la jornada laboral me he dado tiempo para revisar el tema de comprar gel antibacterial y algunas máscaras para mamá, con eso de que está comenzando la pandemia por el Coronavirus, pues investigué un poco, para mi mala suerte ya no encontré nada de lo que estuve buscando, y eso que se hacerlo Alex, tú lo sabes.

Entre a varias tiendas y nada, en mercado libre subieron los precios de esos artículos, ni hablar, a buscar por otro lado, y no es que entré en el terror colectivo, solo es para prevenir, ni hablar Alex, no encontré disponibles ni a un buen precio, todo carísimo.

He regresado temprano a casa pues Vic me dio aventón al metrobús, aproveché para hacer algunas cosas en casa antes de irme a la misa de tu tía. Cuando llegué lo hice sola, poco tiempo después llegó Cecilia y Lulú, el momento medio incómodo fue cuando llego tu prima, se sentó muy cerca de mí, por supuesto traté de ignorarla, a la que no pude fue a la comadre, que se comportó bastante distante, de hecho, su saludo fue más a fuerza que nada.

Ella no tuvo más remedio que sentarse a mi lado, y bueno toda la misa estuvo dándome la espalda y luego, al terminar, se puso a charlar con una señora, ignorándome cuanto pudo, en fin. Cuando comenzaron a dar la cena me levanté y traté de ayudar, lo mismo hizo la comadre, al final nos pusimos a dar café entre las dos, ella llevando la jarra y yo los vasos.

Cuando pasamos por donde estaba tu familia, fue tu prima quien me pidió un vaso, se lo di sin mirarla y proseguí mi camino, así hasta que vi el mundo de gente que estaba ayudando en la cocina, por lo que como bien dice el dicho: “Mucho ayuda el que no estorba” y me fui a sentar a mi lugar, al llegar me encontré con tu prima sentada ahí, al verme me dijo: “Ah, estoy en tu lugar, si quieres me cambio”, le dije: “no, hay más lugares”, y me senté un poco más allá.

Cecilia fue la primera en irse, luego lo hice yo, pero pasé a despedirme de tus primos, he quedado con ellos en estar yendo para platicar y tomar un poco de café con ellos, he sentido tan lindo cuando ambos me dijeron que las puertas de esa casa siempre estarían abiertas para mí y ambos me dijeron prima.

Así que, después de ir al centro comercial y corroborar que ya no hay gel antibacterial, he vuelto a casa, sintiendo bastantes cosas, pero la que más me pesa es tu ausencia Alex, duele mucho que estés lejos de mí.

Alex… TE AMO.

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