26 de febrero de 2020

El chofer del metrobus

Hoy me toco llevar a mamá a su cita médica, para lo cual nos quedamos de ver donde siempre, así que me salí de casa con tiempo de más para estar ahí antes que pasaran por mí, solo que, en una de las estaciones del metrobús, el chófer se pasó el alto y chocó con una camioneta de color blanco, no se si fue una mala elección, pero esta vez decidí sentarme hasta adelante, en otra estación se subió una señora con bastón, y aún habiendo muchos asientos vacíos, se sentó a mi lado.

Y fue justo en una calle que solíamos tomar para ir al médico, bueno pues ahí, que hay un semáforo, de la nada el chófer aceleró y zaz, le pego en la parte de atrás a la camioneta, por supuesto cuando reportó el incidente le echó la culpa a los de la camioneta. Cuando escuché eso pregunté a los demás pasajeros y todos coincidimos en que la culpa fue del metrobús, pero lo chistoso fue que la señora que estaba sentada a mi lado comenzó a decirme: “Señora tranquilícese, no se exalte, tranquila”, cuando yo estaba de lo más tranquila y solo le pregunté al chófer cual era el siguiente paso según el procedimiento.

No paso mucho tiempo a que pasara otro metrobús, nos pasaron por la parte de adelante y a seguir el camino, justo cuando llegue mamá lo hacía, así que pudimos irnos a su cita médica. Extrañamente mamá no quiso hacer nada más al salir, así que nos fuimos al pesero que la deja por su casa, yo me bajé donde siempre y de ahí a casa, donde he aprovechado para lavar mi ropa sucia, según yo no tenía tanta ropa y terminé poniendo 5 lavadoras, entre cobijas y hasta las cortinas he dejado todo limpio, por supuesto he terminado cansada, pero satisfecha.

Digamos que todo iba bien hasta que quité la sobre cama y zaz, se me rompió uno de los lazos, así que fui al mercado a comprar uno para seguir tendiendo ya que el sol estaba en su esplendor y quise aprovechar. De hecho, aproveché la salida para cortarme también el cabello, que buena falta me hacía, no es que lo tuviera muy largo, pero en las noches sudo demasiado y no es nada cómodo Alex.

Por la tarde he ido a nadar, antes de irme puse la secadora con la finalidad de llegar, doblar la ropa, cenar e irme a la cama temprano, realmente me siento cansada Alex, hoy ha sido un día muy movido donde pude hacer muchas cosas.
Alex… me haces muchísima falta… TE AMO.

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