14 de febrero de 2020

La página

Hoy he comenzado a programar la página de la oficina mas en serio, de hecho, creo que encontré un editor bueno, no tanto como el que solía usar, pero funciona, aunque me gustaría mucho encontrar alguno que maneje las 2 versiones al mismo tiempo, es decir la forma html y la gráfica, pero bueno, no se puede tener todo en la vida.

Con decirte que hasta he comenzado con mi lista de pendientes, puedes creerlo?, quizá sea buen momento de retomar esa vieja practica de anotar todo, tal como solíamos hacer antes, tal y como Vic lo sigue haciendo, aunque anota sus pendientes codificándolos de una manera que solo el se entiende, no se Alex, tantos quizá pendientes que no sé por dónde comenzar.

Y el día se me fue como agua, cuando menos lo pensé era hora de irme, así que salí a la misma hora de siempre, solo que esta vez me he ido con toda la calma del mundo pues no tuve clases de natación, según por ser día festivo, pero cual festivo, no es oficial, pero la administración de la alberca usa cualquier pretexto para cerrar las instalaciones, diablos.

Así que he llegado temprano a casa, pasé a la tienda y compre algunas frituras, al término de mis actividades diarias, incluida la llamada a mamá, regada de plantas y demás cosas que suelo hacer todos los días, al final me recosté en el sofá y, mientras revisaba mis redes sociales, vi algunos videos en internet, nada que requiriera mi completa atención.

De esa manera pasaron algunas horas, hasta que no pude más y sin pensarlo me solté a llorar, hoy es uno de esos tantos días que me haces más falta, y no es que los demás no lo hagas, pero los detalles de estas fechas duelen mucho, detalles como un beso, un abrazo, hasta un pequeño chocolate regalado, no se Alex, tantas y tantas cosas.

Y no es que hayamos sido de esas parejas consumistas, pero si de detalles, pequeños si quieres verlos, pero finalmente detalles que me hacían sonreír y sentirme amada por alguien como tú. Sabes Alex, has dejado la vara tan alta, que dudo haya alguien tan bueno como lo eras tú, aun y con tus frascos abiertos por todas partes, el desorden en la mesa, tus zapatos a media sala y ni que decir de ese pantalón en el pasillo que siempre me hacía tropezar, solo por mencionar algunas cosas.

ALEX… TE AMO.

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