11 de febrero de 2020

Ayudando a la señora Laura

Extrañamente hoy funcionó bastante bien mi super poder Alex, quizá deba retomar más este camino, no sé, pero bueno, he llegado bastante bien a la oficina pues al bajar de la estación pude alcanzar al pesero sin caminar tanto, además de que se ha ido bastante rápido, digamos que todo iba bien hasta que comencé a sentirme incómoda por la mirada de un señor, pero como cualquier cobarde desviaba la vista en cuanto me le quedaba mirando fijamente, en si no pudo sostenerme la mirada ni una vez.

Ya en la oficina me encontré con Vic, quien poco tiempo después se fue a ver un cliente, por lo que todo el día he estado subiendo la información a la nube, por supuesto dándome prioridad a la carpeta que voy a compartir, y bueno también a mi información, más que nada la personal e información de la oficina, estoy dejando a un lado, por ahora, el software que suelo usar para subirlo después.

Así se me fue el día en la oficina, cuando menos lo pensé eran casi las 5 de la tarde, y aprovechando que Vic no estaba, me he salido temprano, mi plan era llegar a casa, descansar, preparar todo para mañana, alistarme para ir a natación pero antes pasar a Office Depot y buscar los sobres que solemos usar, solo que los vendían solo por paquetes, y pues no es para tanto, cuando más necesito unos 10, quizá hasta menos. Traté de buscarlos en la papelería que estaba de paso, pero no me gustaron, así que mañana, cuando regrese a casa de la oficina, pasaré a las 2 papelerías que están de camino.

Llegue a la clase normal, todo estuvo como siempre, solo que me ha dado bastante curiosidad una señora que llego en silla de ruedas eléctrica, vi como uno de los salvavidas le ayudaba a bajar, pero nadie se acercaba a ella cuando quiso salir de la alberca, ya era la hora de salir, y como siempre, me recosté un poco en el agua para relajarme, cuando volví a mirar hacia donde estaba la señora, ya había llegado el profesor Vicente, pero pues ni cómo ayudarla, me acerque y la ayudé a salir, aunque me dio un pequeño calambre en el pie derecho, pero todo bien Alex.

La verdad me sacó de onda que ningún salvavidas la ayudara a salir, se supone que para eso están, pero como sabrás se dedican más a conquistar a chicas que a hacer su trabajo, en fin. También le he ayudado a enjuagarse y hasta vestirse, aunque esto último no estaba planeado pues se fue hacia los baños y yo me quedé con las demás personas.

Así que termino el día contándole a mamá, a los compañeros de natación y, sintiéndome bien por hacer algo bueno hoy, sin embargo, eres tu a quien desearía contarle todas estas cosas en persona, sé que será algún día, solo que se me hace tan lejano, o quizá no falte tanto.

Alex… duele estar así… TE AMO.

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