27 de febrero de 2020

Las espinas del rosal

Ayer hice tantas cosas que ya ni te conté Alex, como fui al mercado a comprar el lazo para ponerlo, aproveché en limpiar un poco las plantas, solo que cuando arranque una ya medio seca, no medí la fuerza y terminé clavándome una espina en un dedo, según yo solo había sido una e hice hasta lo increíble para sacarla, nunca me fijé que había otra aún clavada, por supuesto no la saqué y bueno, hoy me he despertado con dolor en la mano izquierda, sobre todo en un dedo.

Cuando me revisé noté que estaba la espina, así que la saque como pude y me limpié las manos con alcohol, sin embargo, me estuvo molestando demasiado durante la jornada laboral, ni hablar, espero no vuelva a pasar, pero sí que duele.

Por el dolor en la mano, la jornada laboral se me hizo larguísima, sin embargo me di a la tarea de llamarle a tu hermana para avisarle de la junta que hoy tuvimos por el tema de la seguridad, más que nada para que luego no me recrimine nada, para mi sorpresa me dijo que no iría pues estaba yendo a los rosarios de la mamá de Blanca, la otra blanca, cosa que no sabía y pues, me agarro de sorpresa.

Lo que me dijo después me sacó de onda, su frase fue de: “A poco no sabías”, por supuesto que no Alex, hace mucho que ya no me relaciono con las Chávez y pues eran las únicas que pudieran avisarme, bueno ellas y tu hermana, ni hablar. Una muestra más de que no formo ya parte de tu familia, no se Alex, me hizo sentir bastante mal.

Por supuesto al salir del trabajo he ido a casa de Blanca, me ha contado como sucedieron las cosas, la dejé hablar, le conté algunas cosas y al final ella trató de consolarme un poco, por supuesto me dijo algunas otras cosas, después de contarle lo que sucedió con tu prima me dijo que había personas que no entendían el concepto de familia, que para ella soy su prima y ya, lo principal es que me dijo:” lo que me cuentes aquí se queda, y no voy a tomar partido por nadie”.

He quedado de acompañarlos mañana al último rosario, pues debía estar en la junta vecinal, que al final no sirvió de mucho, en fin, espero que de algo haya servido estar ahí parada, por lo menos obtuve los teléfonos de algunos oficiales, por si las dudad, aunque no creo que sirvan de mucho, con eso de que los van rotando.

Sinceramente enterarme del fallecimiento de tu tía Beatriz me cayó como balde de agua fría.

Alex… duele tanto estar así… TE AMO.

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