22 de diciembre de 2019

La pregunta en la botella

Me desperté con la sorpresa de haber dormido toda la noche, y pese al frío, no me desperté para limpiarme la nariz, de hecho, creo que casi ni me moví en la cama, lo que me facilitó tender la cama. Me vestí y salí por la puerta del baño que da al patio, siempre cuidándome de que Lodos no estuviera por ahí, en verdad ese perro me da un poco de miedo, sobre todo por lo que me ha contado David, pero no me encontré a nadie en la cocina, así que tuve que entrar de nuevo a la casa.

Afortunadamente no tuve que esperar mucho pues me topé con la mamá de Belén, quien me ofreció una taza de café mientras los demás bajaban, cuando lo hizo Belén la acompañé al mercado a hacer algunas compras, y vaya que estaba haciendo frio Alex, afortunadamente me había llevado una chamarra calientita y la bufanda café que me regalaron hace poco, así que no pasé mucho frío, pero hasta el ambiente se veía un poco con neblina.

Con forme pasaron las horas el sol comenzó a salir, y después de desayunar y levantar la mesa, Belén le bajó a David una botella con horchata, para mi sorpresa la botella era para mí, pero tenía la leyenda de: “¿Quieres ser mi madrina?, Atte Aby”, así es Alex, sin esperarlo me estaban pidiendo ser la madrina de su nena, puedes creerlo?

Pensé un segundo en negarme, pero como dice mamá: “Son situaciones que no te puedes negar”, y luego pensé en ellos, en que teniendo tanta familia me habían escogido a mí, y terminé aceptando entre lágrimas por parte de ellos y mías, mientras todos veíamos a la pequeña Aby, mi futura ahijada.

El resto del día se me fue un poco rápido, de nuevo hemos ido a comprar unas cosas y, tanto David como yo, acompañamos a Belén a misa, no sabía que era una misa para agradecer que tanto ella como Aby estuvieran bien, de hecho, nosotros nos medio dormimos en la misa, pero bueno, no fue por mala onda Alex, es que la voz del sacerdote invitaba a dormir, pese a que estuvo medio gritando el evangelio. De echo David si se durmió, yo solo por unos segundos, aunque un codazo de Belén hizo que no lo hiciera, ni hablar Alex, hice lo mejor que pude para no quedarme dormida, y lo conseguí.

Ahora solo queda a esperar cuando será el bautismo, lo único que he pedido que no sea en esa fecha que tanto odio, ellos piensan que será por ahí del 25 de enero, así que de nuevo me tocará buscar un lindo ropón para la pequeña Aby, tantos recuerdos Alex, como cuando buscamos el ropón para el ahijado, siempre juntos, siempre nosotros.

He vuelto a casa un poco tarde, de echo eran las 6.30 de la tarde cuando iba tomando el camión, terminé llegando a casa por ahí de las 8, así que inmediatamente hable con mamá y le conté lo sucedido, tanto ella como yo llegamos a esa conclusión, de que una petición así no se puede rechazar, y de nuevo me retumban en la cabeza la frase de: “Si nosotros faltamos sabemos que cuidarás bien de ella”, auch, cuanta responsabilidad.

Termino el día comiendo un tamal y pensando en ti Alex, habrías aceptado?

Alex… me haces tanta falta… TE AMO.

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