11 de diciembre de 2019

Encerrada en casa

La alarma del celular comenzó a sonar a la hora de siempre, recuerdo que la apague, me levanté para ir al baño y regrese a la comodidad de la cama, se que ese proceso ha sido rápido pues hacia bastante frio, por suerte hoy no he ido a trabajar, desde ayer le avise a Vic que estaría en casa pues, ayer que regresé a casa me topé con bastante peregrinos en el camino.

A las 10 de la mañana, quizá un poco más tarde, me he levantado más por hambre que otra cosa, hice un desayuno de estudiante, hable por teléfono con mamá y me recosté a mirar un capitulo más de una serie que era tan obvia y de la cual me habrías echado bronca Alex, pero la he usado más que nada para despejarme y tener algo sin tanta importancia que mirar.

A las 12 del día me vestí y fui a hacer un pago que tenia pendiente, por lo que me vestí y avisé a mi madre, porque como suele hacer en los días que sabe no voy a trabajar, seguramente me habría llamado estando en el banco, además junté mi poca basura y me fui al centro comercial, ha sido saliendo de ahí que me percaté que Vic me mandó un mensaje con la finalidad de que averiguara si alguna paquetería podía llevar un contenedor con hielo seco hacia Tapachula.

Así que preferí salirme de ese centro comercial y caminar hacia la primer paquetería cercana a la casa, ahí me dijeron que no, así que le marqué a Vic, le comenté lo que me dijeron y fui hacia la otra, aunque tuve que caminar un poco más pero en esa me dijeron que si, pero dejando en claro que no se harían responsables por si no llegaba el paquete, además del precio y pues sale un poco caro, así le hice saber a Vic y me encaminé a la casa.

Compré pocas cosas y me fui a la casa, pasé con Cachito para saber si iba a tener su tienda abierta más tiempo, me dijo que no sabia pues la venta estaba baja, y preferí irme a la casa, horas después vi que Cecilia había permitido a unas peregrinas usar el baño de abajo, lo que en si me molestó un poco pero bueno, por suerte cuando se fueron me dijo que ya pusiera el cerrojo pues ellos también iban a cerrar temprano y que ya no saliera pues había bastante movimiento de peregrinos.

Y así hice Alex, desde las 4 de la tarde he estado encerrada en la casa, sin ganas de salir, aunque cuando comenzaron los cuetes, esos que tanto nos gustaban, me dieron ganas de salir, preferí no hacerlo.

Espero poder conciliar el sueño temprano Alex, que se termine el día de hoy… que no me acuerde de nada que hacíamos en este día… que no llore.

Alex… me haces tanta falta… ven ya por mi… TE AMO.

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