9 de noviembre de 2019

Un paseo imprudente

He salido de la cama en cuanto la alarma del celular comenzó a sonar, me preparé y tomé todas las cosas que iba a llevarle a mamá, así que cuando llegue fue más fácil acomodar las cosas, extrañamente hoy mamá no me esperó para ayudarle a subir agua, al final me dijo que lo hizo ayer y ha gastado poco, así que no había necesidad de subir agua, además de que luego la gente la saca de los tinacos, para ahorrarse energía o la molestia de sacar agua, aunque hay otras partes donde de plano no sale el agua, aún y teniendo la bomba de succión, pero bueno.

Después de desayunar hemos ido a tirar la basura y comprar masa para que mamá prepare sus tortillas en la semana, de ahí hemos ido al rodante de su casa, compramos algunas frutas y, como no encontramos frambuesas, hemos ido al mercado donde, por suerte, si encontramos algunos paquetes, aunque se me hicieron un poco caros, aunque mamá me animó a comprar 3 paquetitos, sin embargo, solo compré 2.

Hicimos algunas otras cosas en su casa y me regresé a casa temprano ya que más tarde fui al rodante de la casa con la esperanza de encontrar al señor que vende huevos con 2 yemas, solo que, de nuevo, no lo encontré, aunque tuve la oportunidad de comprar otro paquete de frambuesas, bastante buenas y de menor costo que en la mañana, cosa que le hice ver a mamá, así que quizá ya no compre allá y aproveché en comprarlas acá.

Más tarde me preguntó una de las gemelas si tenía una bici que prestarle pues se iba a ir con su hermana al paseo nocturno por reforma, lo pensé varias veces y terminé diciendo que solo tenía 1, afortunadamente ella pudo conseguir otra y hasta me invitó al paseo, así que accedí y bajé a darle una mediana limpiada a la bici Alex, afortunadamente al salir de casa me encontré con el negocio de Fernando abierto y me ha ayudado a inflar las llantas, de lo contrario tendría que pasar a la gasolinería a hacerlo.

Y bueno, pese a que traté de evitarnos esa parada, al final si la hicimos pues una de las bicis de ellas estaba desinflada, y de ahí nos pusimos en camino, aunque confieso que ellas iban un poco rápido, traté de seguirles el paso pero me cansé un poco, creo que debo comenzar a salir más Alex.

Hemos hecho una parada en la alameda pues una de ellas se quedó de ver con un amigo, que por cierto estaba comiendo alitas, así que mientras una comía alitas, fui con la otra a comprar un café, que bebí rápido pues nos tardamos mucho y debíamos comenzar el recorrido por Reforma.

Ni que te digo el relajo que fue Alex, entre que una gemela se relegaba con su amigo, la otra se detenía para esperarla y mil cosas más, ha sido un paseo que he disfrutado a medias, lo peor ha sido el regreso, que por estúpida y queriendo seguir a una gemela, nos metimos al carril del metrobús y casi nos arrolla, al sentirlo tan cerca de nosotras tuvimos que detenernos y dejarlo pasar, creo que esta es la peor estupidez que he hecho en todo el año, después de eso ya no la seguí y preferí irme a mi ritmo y sobre la vialidad que siempre suelo usar. De hecho, casi al llegar al metro, que está por la casa, de nuevo se puso en peligro pues casi se le aventó a un taxista, nosotras por supuesto le gritamos, pero bueno, dijo que le estaba avisando con su campanita al taxista para que la dejara pasar.

Así que, a esta hora, sigo pensando tanto en que me ayudaste Alex, de verdad sentí pasar el metrobús tan cerca de mi que me dio miedo, hasta la otra gemela se puso blanca por la estupidez que estábamos haciendo nosotras, no quise decirle que la responsable había sido su hermana y yo por seguirla.

Por supuesto esto me sirve de escarmiento para cuidarme más Alex, sabiendo que mi mamá depende muchísimo de mí y no sé qué haría ella sin mí.

Alex… GRACIAS… TE AMO.

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