3 de noviembre de 2019

Enferma

Hoy me he despertado por ahí de las 9 de la mañana, sin embargo, me quede un poco sentada en la orilla de la cama pues me sentía bastante mal, como débil y con la garganta un poco lastimada, lo primero que pensé fue que estuve destapándome mucho durante la madrugada, solo que creo fue el cumulo de varias cosas, entre ellas seguramente el que ya nadie me tapa la espalda durante la madrugada, tal como solías hacerlo Alex, pero bueno.

Junté la poca ropa sucia que encontré, subí a poner la lavadora, y posterior a eso desayuné algo, aunque en si no tuve tanta hambre como en otras ocasiones, aunque traté de apurarme para dejar todo limpio y descansar un poco pues no me he sentido nada bien durante todo el día.

En menos de 3 horas ya estaba todo limpio Alex, desde la ropa, que por cierto dejé en suavizante con el fin de que se impregne y quede oliendo rico, nada de trastes que fregar y hasta pude desyerbar un poco las plantas, lo que hizo que saliera de casa para tirar la basura en el mercado y hasta darme el lujo de traer algunos chiles rellenos para la semana.

Pensé por un momento que tendría un día bastante tranquilo, pues, aunque me estuvo mandando mensajes la gemela, en ninguno de ellos me invitaba a salir, así que pude pasar el resto del día tumbada en el sofá, y vaya que me hizo bien Alex, aunque a esta hora aun me siento mal.

Por supuesto he tratado de que mamá no se de cuenta, pues de hacerlo se preocuparía muchísimo y cada media hora me estuviera llamando para saber como estoy, cosas que agradezco pues es la única persona que realmente se preocupa por mí, pero exagera bastante Alex, además de que no desperdicia la oportunidad para recalcarme eso de que no puede ver bien, como si yo tuviera la culpa, no sé Alex, a veces, solo a veces, quisiera ser yo la protagonista en mis enfermedades, al menos con lo que respecta a ella, pero bueno.

Como hoy me di un baño, seguramente mañana no lo haré, y como decía el Doctor Juan Manuel: “La cáscara guarda el palo” y sobre todo “de mugre nadie se muere”, aunque jamás he llegado a tanto.

Un día como hoy me hace falta tanto tus mimos Alex, el poder recostarme en tu pecho y solo dejarme llevar por el sonido de tu corazón, cada latido me tranquilizaba el alma, de verdad extraño eso.

Alex… ven por mi… TE AMO.

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