17 de noviembre de 2019

Conociendo a Morita

Aún siendo domingo, he ido al instituto de alergias para que me revisaran y encargar el frasco de vacunas pues me he estado sintiendo mal Alex, estoy pasando noches medio mal y con bastantes problemas, así que, pese a ser domingo, saqué cita en la semana, por suerte la señorita que me atendió se compadeció de mi e hizo un espacio para que me atendieran hoy, sobre todo porque viene un puente y mañana no van a atender, por lo que cuando me dijeron que podían atenderme hoy, pues no puse ningún pero.

Cuando salí le marque a David y Belén para avisarles que ya iba en camino, ha sido ella quien me encargó pasar a comprar algunos chocolates pues su familia les ha estado pidiendo sus correspondientes chocolates por el nacimiento de Morita, busque en internet si había alguna sucursal cercana para no tener que ir al centro, y que encuentro una Alex, solo que para llegar solo había de dos: caminar o tomar taxi, preferí caminar.

Sabes Alex, estuve tan cerca de la calle donde está el supermercado japonés que tanto solíamos visitar, tragué saliva y seguí caminando, compré los chocolates y me encaminé hacia la estación del metrobús, donde volví a llamarles y nos coordinamos para que fueran por mi al suburbano pues ellos estaban saliendo de ver al pediatra de la nena.

Cuando nos vimos apenas vi a la nena pues estaba en los brazos de Belén sentada en los asientos de abajo, ha sido llegando a su casa que de la nada, David toma a la nena y me la pone en los brazos, una nena muy linda, aunque comenzó a hacer berrinche en cuanto se dio cuenta que estaba ya en su casa.

Al sentirla en mis brazos tuve sentimientos encontrados pues me alegré bastante por ellos, sentí mucho cariño por la nena, pero a la vez tristeza pues es una de esas alegrías que no pudimos disfrutar juntos, en tono de broma salió el comentario de que yo no tendré hijos, y sonreí amargamente, me mordí un poco la lengua para no llorar.

Estuve con ellos muchas horas en las que me di cuenta de algunas cosas, sobre todo lo cansado que Belén se encuentra pues está entre la espada y la pared, David a nada de perder la paciencia con su suegra, y bueno la mamá de Belén presionando bastante, pero con buenas intenciones ya que se desvive por su nieta e hija.

Me regresé un poco temprano, solo que en el camino me falto más tiempo para que David se desahogara conmigo, lamenté haberme ido en cuanto llego el camión, creo hice bien además el tenía que regresar a su casa para cuidar a su nena y esposa, además de cumplir los encargos de su suegra.

Ya en casa, después de hablar con mamá, me solté a llorar, por ti, por mi… por todo lo que no vivimos, por estar sola de este lado.

Alex… duele mucho… tanto que cuesta respirar… TE AMO.

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