27 de abril de 2019

La porquería

Oficialmente hoy es la misa de tu mamá, así que me he levantado temprano y me fui a la Basílica, como siempre he llegado temprano, poco tiempo después llegó tu hermana en compañía de sus hijos y la pareja de Andrea, ya que, hasta donde me quedé, la esposa de Victor trabaja hoy, pero bueno, se me ha hecho extraño que, casi comenzando la misa llegara la Comadre con el ahijado, por supuesto que se han sentado más delante de donde estaba yo, y me hicieron cambiar de lugar, pero no tanto como para estar cerca de la familia de tu hermana, en cuanto llego se nota un ambiente incómodo, pero bueno.

Lo que se me hizo extraño es que, al terminar la misa, ellos se han ido con la comadre y el ahijado, mientras que yo me fui sola hacia el metrobus, mientras iba hacia casa de mamá pensé que seguramente se habrían ido a desayunar todos juntos, con eso de que tu hermana prefiere irse sola a caminar conmigo, pero bueno, ya por la tarde el ahijado confirmó mis sospechas pues me dijo que se fueron a comer tacos, aunque no me especificó en donde, solo que fueron rápido pues tanto Cecilia como su mamá tenían cosas que hacer.

Cuando llegue hice un poco de tiempo pues hoy hemos ido a llevar flores, aunque al llegar vimos que habían dos cajas y bueno, plumas por todas partes, ya sabes Alex, porquería de la que suelen tirar por ahí, así que en cuanto pudimos pasamos a la dirección del panteón para reportar la situación, como siempre tu hermana tomando una actitud sumisa cuando yo andaba enojada y reclamando que no tenían limpio el lugar y que no era la primera vez.

Hasta fotos mostramos y se las envié a uno de los señores de ahí, porque según ellos no podían moverse y será hasta mañana que mandaran a los señores de limpieza para que quiten todo eso, aunque seguramente en poco tiempo volveremos a toparnos con lo mismo.

Entre muchas cosas vimos cocos, aves, y bueno, lo que más nos llamó la atención fue una sábana ensangrentada, que asumimos tenía un animal muerto en algún tipo de ritual, con decirte que ni siquiera los animales se acercaron a curiosear, vaya que la sábana estaba intacta, ni los perros se atrevieron a comerse lo que estaba ahí, puedes creerlo?

Volvimos a casa, por supuesto hemos tenido una charla tranquila, y más tarde, cuando me disponía a comer, me llama el ahijado para que lo acompañara a la bodeguita, donde aproveché en comprar un poco de comida chatarra para pasar la tarde.

Así que Alex, es un día más que me haces muchísima falta… ojalá ya vengas por mi… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario