12 de noviembre de 2018

Otro lunes sin nadar

Que complicado es despertarse con bastante sueño y, sobre todo, encontrarse pañuelos desechables usados, con sangre y demás a un costado de la cama, señal que indica lo difícil que se me hizo respirar por la noche, peor bueno, salí de la cama, me bañé y preparé para irme a trabajar, más a fuerzas que con ganas, pero con buen humor.

A media tarde Vic me pide que le escanee unos certificados, que eran bastantes, pero de solo 9 instrumentos, y por más que me apure nada más no veía cuando terminar, sobre todo que me los dio casi a las 4 de la tarde, por suerte pude escanearlos todos y dejé todo preparado para mañana llegar y solo armar los archivos pdf.

Me alegró mucho el que me dijera que nos fuéramos y que mañana terminara, así que patitas para que las quiero, junté mis cosas y me fui con él ya que me dio un aventón al metrobus, aunque gasto 1 pesos más de pasaje lo ahorro en tiempo pues camino menos, y más hoy que nos agarro la lluvia justo antes de salir de la oficina.

De hecho, dude un poco en prepararme para ir a nadar, pero como dejó de llover me vestí y acomodé mis cosas para irme, hasta metí un billete de 20 pesos por si encontraba a las niñas del viernes pasado, tomé mis cosas y salí de la casa con tiempo suficiente, pero para mi mala suerte no tuve clases, justo llegue y no escuché el ruido acostumbrado y cuando fui a ver me dijeron que cancelaron las clases por un tubo roto.

Así como lo lees Alex, un tubo de nuevo se rompió, y de broma entre mis compañeros de grupo dijimos que íbamos a juntar dinero para comprar una plastiloka efectiva y dejaran de poner ese pretexto, hasta me topé con el maestro que me ayudó a entrar y me dijo que a ellos tampoco les avisaron, medio payaso pero bueno, de ahí preferí mejor irme a la casa pues comenzó a hacer bastante frío.

Termino el día viendo películas, sintiéndome triste y sola en la casa Alex, mientras charlaba con mamá me prepare un café y calenté uno de los tamales de calabaza que la mamá de Belén me dio, espero que aún sirva, de hecho, se me había olvidado que los tenía en el refrigerador, ojalá no me hagan daño.

Justo a esta hora pienso mucho en ti Alex.

Alex… ven ya por mi… duele mucho… TE AMO.

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