9 de noviembre de 2018

Los panecitos de avena

Aunque tuve un día tranquilo durante la jornada laboral, ha sido hasta después cuando las cosas cambiaron un poco, pese a que, en lugar de practicar un poco más el nado de crol y dorso, me lo he pasado más jugando que otra cosa, además he aprovechado en observar como es que las otras personas logran hacer el famoso tornillo, me sale de cuando de crol paso a dorso, pero pasar de dorso a crol nada mas no puedo Alex.

Y créeme que me he pasado mucho tiempo observando a la chica de la gorra rosa, ella se desliza en el agua, sus giros se ven tan sencillos que casi siempre me frustro cuando la veo, aunque ella me ha dicho que tiene más de 3 años nadando, que no me desespere y no se que otras cosas, pero bueno.

Al salir del deportivo vi a unas pequeñas que vendían pan, como traía un poco de hambre terminé comprando un pan, que me fui comiendo de camino a la casa, muy rico, por cierto, y que le mencioné a mamá cuando llegue y le marque, a lo que ella me dijo que le hubiera comprado algunos, lo que me hizo cenar un poco más rápido e ir de nuevo al deportivo.

Pensé que era una locura, no lo niego, por fortuna me las encontré aun ahí, ambas niñas ofreciendo sus panes a quienes iban pasando, pero no estaban solas Alex, iban con su papá, al menos así se presentó el señor cuando les hice algunas preguntas, solo que me dio un poco de desconfianza cuando vi que traían más pan, no solo las piezas que había visto la primera vez, ahora había piezas cubiertas con chocolate.

Aún así les he comprado 5 piezas más, 4 piezas de panecitos y una empanada, que según ellas juraban y perjuraban habían hecho, sinceramente lo dudé un poco, pero bueno, volví a casa y mientras regaba las plantas le conté a mi mamá que había ido de nuevo al deportivo solo para comprarle pan a ella, un gesto que estoy segura le gustó, aunque me dijo que no lo hubiera hecho, por la hora más que nada.

Como verás Alex, termino el día cansada, con sueño, pero sobre todo echándote mucho de menos, estoy segura que tu hubieras salido conmigo a comprar más pan, o quizá lo habríamos comprado desde un inicio, quien sabe.

Alex… ven ya por mi… duele mucho suponer tantas cosas… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario