7 de noviembre de 2018

Nadando de nuevo

Antes de irme a la oficina, he pasado a pagar el teléfono de mamá, ya que ayer que charlaba con ella durante la noche, me dijo que estaba apareciendo el letrero de que era tiempo para pagar, así que lo hice sin problemas, de ahí me he ido en metro a la oficina, aunque he caminado bastante más, pero me ha servido pues el día, aunque soleado, estaba un poco frío, total que he terminado un poco sudorosa al llegar.

Y como no había alguien más en la parte de las oficinas, pues me he dado el lujo de tomar mi café con un pan de muerto, que bueno han sido dos pequeños, muy ricos y con toda la calma del mundo, poco después llego Margarita y Luego Vic, quien venia de hacer ejercicio y luego se ha dado un baño.

Mi día en la oficina ha estado tranquilo, así que he llegado a la casa temprano, sobre todo porque Vic me dio un aventón al metrobus, que me sale 1 peso más caro que el pesero, pero me deja mucho más cerca de casa, además es un aventón que debo aprovechar ya que no siempre se puede.

Por la tarde me he ido a la alberca, hoy si hemos tenido clase de natación, pero no sé si entendí mal, o mis compañeros hicieron otra cosa, pero terminamos haciendo diferentes ejercicios y al final no pude hacer bien el tornillo, por más que intenté de plano no pude, girar en el agua es un poco complicado, y hasta estuve preguntando a los compañeros más avanzados.

Por fortuna me han explicado la forma en la que ellos lo hacen y me han hecho ver los errores que estoy cometiendo, así que espero aplicar algunas mejoras el próximo viernes. Lo importante de esto es que al final de la clase, ya cuando me estaba poniendo mis tenis, he charlado con una señora de nombre Pati, quien me dice que ella me ayuda para inscribirme todos los días el siguiente año, quizá con eso deje de ir un tiempo al gimnasio, que de por sí ya me está aburriendo, pero bueno.

Ya en casa he charlado con mamá un poco, y mientras lo hacía regué las plantas y lave mis trastes sucios, me ha contado que a ella ya le esta saliendo un poco el agua, que a los demás casi no, solo que no quiso poner más tiempo su bomba pues notó que salía muy poca, además de que ya estaba oscureciendo, poco después sus vecinos fueron a preguntarle, quizá por curiosidad o desesperados por agua, sinceramente lamento mucho su situación Alex, pero me alegro que a mamá ya le esté saliendo un poco de agua y pueda llenar sus botes.

Para cerrar el día he cocinado una de las 3 hamburguesas que compramos el sábado, bueno solo la carne, pero sabes Alex, el sabor no me ha gustado en absoluto, es un sabor bastante fuerte a carne y, como bien sabes, no soy tan carnívora, espero que no me hagan daño.

Un día más que me haces falta Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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