17 de septiembre de 2017

Un pequeño recorrido

Hoy me he despertado a las 7:30 de la mañana, y mientras iba al baño mande un mensaje a los chicos para saber si irían a andar en bici o no, y aunque no hubieran ido me iba a lanzar yo sola, he tomado la decisión de hacerlo ya como rutina, aunque vaya sola, disfruto el ir por la ciudad en bici, lo que me recuerda que debo comprar algunas cosas para hacerlo un poco más seguro, como un casco, pero bueno.

Al final hemos ido el ahijado y yo, solo que tuve que esperar a que terminara de vestirse, y ya después nos pusimos en camino, como siempre aproveché para dejar mi bolsa con basura en uno de los contenedores que están en las fábricas, aunque no estoy muy segura si sean o no fábricas o solo oficinas, en fin.

Mientras nos dirigíamos hacia la calle de Misterios, notamos que no había corte a la circulación, de hecho, mucha gente iba en bici, y hasta corriendo, pero por Calzada de Guadalupe, así que hicimos lo mismo, pensando que al llegar a Reforma encontraríamos paso libre, pero nos equivocamos.

Terminamos haciendo un pequeño recorrido, al llegar a Reforma hemos dado media vuelta, de regreso pasamos a comer unos pastes, solo que me hice bolas y el niño termino pagando el mío, como dicen una de cal por las que van de arena. Ahí aproveché para llevarle un poco de agua bendita a Margarita, en la semana me ofrecí a ayudarle en lo que fuese ahora que su papá ha partido, y sin querer me vi diciéndole que le iba a conseguir agua bendita de la Basílica, las dos reímos un poco cuando dije: “Que más bendita que el agua de la Basílica”.

Lo chistoso es que, pese a que yo me baje de la bici e hice que el niño fuera como caminando, la “seguridad” de ahí se contradijo bastante cuando nos veía pasar, unos nos dijeron que con cuidado y otros de plano nos sacaron, así que tuve el niño me espero en las escaleras mientras yo conseguía la dichosa agua, ya te imaginarás lo que he pasado, entre buscar donde llenar la botella y soportar que me echaran agua a mí y no a la botella, pero bueno, la conseguí y nos fuimos a casa.

Termino el día lavando una cobija y mi ropa sucia, realmente es todo lo que he hecho hoy Alex, además de siempre tenerte en mi mente, te extraño muchísimo.

Alex… ven ya por mi… no tardes… TE AMO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario