24 de septiembre de 2017

Podando árboles

Teníamos planeado ir a andar en bici, pero mientras trataba de tranquilizarme vi un mensaje de que todo se cancelaba en la ciudad, así que le mande un mensaje a los sobrinos para avisarles que cancelábamos el paseo, por lo que pude quedarme en cama un poco más, al levantarme mamá pensó que saldría, pero pues no Alex.

Mientras ella iba por algo para desayunar he comido un poco, solo que no tenía hambre, confieso que no esperaba esa reacción por parte de Perla, pero bueno, trato de no darle más importancia, total, ella pierde más que yo, espero que me sirva lo que he estado tratando de con conseguir, hacer que las cosas no me afecten más de lo normal, dejar que todo fluya y sobre todo alejarme de las personas negativas.

Cuando mamá regreso y terminó de desayunar la he llevado a su casa, de camino he charlado con ella y traté de que se relajara Alex, según ella siempre la regaño, pero esta vez no ha sido así, al final creo que lo ha entendido y hasta una pequeña disculpa me ha dado, disculpa que la he sentido sincera, aunque me preocupa dejarla en su casa y le he suplicado que no vaya a subir las escaleras, seguramente ya no son nada seguras, mucho menos para ella.

Ya en casa he lavado mi ropa además de la colcha que cubre el sofá y la cobija que mamá ha usado estos días, y mientras esperaba a que se secara un poco la ropa me ha ganado el sueño, afortunadamente desperté con tiempo suficiente para salir a podar árboles con los vecinos.

Los primeros que estaban, como siempre, han sido tus primos, Cecilia, el ahijado y yo, poco a poco los demás han salido, me sorprendió que estuviera ayudando el doctor, una de las Bonies y hasta la otra doctora, hasta la mamá de las charolazas andaba ahí Alex, hemos podado muchos arbustos y árboles, aunque han sido más los que están por la casa de tu mamá que nada.

Entre todos hicimos la poda Alex, uno cortando, otros quitando yerba o llevando la basura al camellón, hubo un momento que hasta un policía nos echó la mano, todos hemos colaborado y ahora la calle se ve mucho más limpia e iluminada que antes.

Hasta nos aventuramos a quitar la buganvilia que estaba afuera de la casa de tu mamá, aquella grandota, y si que nos costó trabajo, terminamos espinados, adoloridos y cansados, pero pudimos quitar gran parte de ella, eso si Alex, con cuidado pues estaba un cable de la luz atravesado.

Al final quedamos los de siempre, pero me he sentido bien Alex, esta vez hubo más participación vecinal, lo que de alguna manera hace que las palabras de Perla pierdan sentido, creo que es un reflejo de lo que ella está pasando, pobre de ella, comienza a darme lastima.

Ya en casa he puesto a secar la ropa, después un buen baño y a dormir, de nuevo sin haber comido mucho, espero no me haga daño, pero no tengo hambre.

Alex… ven por mi… duele estar así… me hace falta uno de tus abrazos… TE AMO.

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