19 de septiembre de 2017

El temblor

Vaya susto que nos hemos metido hoy Alex, justo cuando hablaba con Margarita sobre lo que recordaba del terremoto del 85 cuando comenzó todo a moverse, simplemente tomé mi celular y, al ver que los demás ya estaban saliendo, bajamos las escaleras lo más rápido posible, nos quedamos en la puerta de la oficina hasta que todo dejo de moverse.

Una señora se acercó a Sergio y le pregunto si alguno de nosotros podía llevarla en coche a la primaria donde se encontraba su otro hijo, ella iba cargando a una niña de unos dos años, como pudo Sergio trató de calmarla, ella le dijo que entonces le dejaba a su niña para ir corriendo a la primaria, por suerte pasó el temblor y la gente se iba tranquilizando poco a poco.

Durante el temblor le marqué a mamá, ella no pudo responderme y al tratar de comunicarme con ella a su celular ya no pude, así estuve varias horas, marcando cada 5 minutos con la esperanza de tranquilizarla, pero no pude Alex.

Ha sido horrible, ver como todo se movían las casas, edificios, los postes, hasta los coches bailaban con el movimiento de la tierra, la gente desesperada y luego ver cómo la gente, de forma imprudente, iba manejando a toda velocidad.

Hemos preferido poner el radio de los celulares para enterarnos de todo, se recomenzaba no salir a las calles y dejar que los servicios de emergencia hicieran su trabajo, así que nos quedamos en la oficina, tratando de llamar a nuestros familiares, pero nada, no pudimos, nos quedamos sin servicio de luz, telefonía e internet.

Alrededor de las 4 de la tarde comenzamos a tener señal, la primera persona a la que llamé fue a mamá, ella ya estaba desesperada por saber de mí, hizo un lio con tu familia, hasta Cecilia andaba, según, buscándome, como pude la he tranquilizado y después llame a tu hermana.

Ella, amablemente me ha regañado Alex, me dijo que como era posible que dejara a mamá tan preocupada, sus palabras literalmente fueron: “Allá tú, pero no se vale que le hagas eso a tu mamá”. He sentido tanta impotencia Alex, hacerle que?, como si yo planeara los temblores o las fallas en la comunicación, así que cuando llegue a la casa hable con Cacho, a quien le mostré todas las llamadas que le hice a mamá.

Ella ha sido más consiente y me dijo que le diera su teléfono a mamá para que le llame a ella y no preocupe a tu hermana, hasta Fernando me dijo que le comento a Cecilia que estaba bien, pues rara vez salían mensajes en el whatsapp, pero bueno. Me quedé en casa de los Chávez un rato, solo Elizabeth me pregunto si estaba bien, ni la comadre, ni Blanca, nadie más se preocupó por mí, eso me dolió Alex.

Cuando ya iba caminando a casa, y justo llegaba la luz, me vine a la casa, ahí vi que el vecino Eduardo salía corriendo junto con Juan y su hijo, poco tiempo después me dijo su mamá que se había ido de voluntario, desee haber ido con él Alex, desee sentirme un poco útil, desee alejarme de todo y todos.

Ya de noche, cuando todos estábamos un poco más tranquilos, comenzó a escucharse una alarma, hemos salido casi todos en la cuadra, algunos armados con palos, otros con tubos, pude ver a alguien con un sartén y a Blanca corriendo con una escoba en la mano, al final terminó siendo una falsa alarma, sucedió que en un coche se activó su alarma, muy parecida a la que usamos y alguien activo la suya y se fue en cadena, vaya susto que nos hemos metido otra vez.

Me voy a la casa deseando que este día no haya ocurrido, termino sintiéndome cansada, tensa, con miedo, pero sobre todo sintiéndome sola.

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