9 de septiembre de 2017

Un día lluvioso

Debido a que mamá está en casa he aprovechado en quedarme en cama el mayor tiempo posible, aunque me levanté como a las 8 de la mañana para ir al baño, de ahí me volví a recostar y me he levantado por ahí de medio día Alex, mientras dormía mamá ha ido al mercado, creo, dos veces para desayunar, comprar algunas cosas en el mercado y quizá salir a dar la vuelta, no sé bien.

Así como iba levantándome me vestí y desayuné algo mientras veía algún programa en la televisión, a la 1 de la tarde mamá se fue a desayunar algo con la Mary, le mencioné de las quesadillas que están a un costado de la iglesia y creo fue para allá, aunque creo que ella ya las conocía pues me dijo que había comido una quesadilla en el camioncito donde solía comprarme un pambazo, pero bueno.

A las 2 de la tarde ya estábamos afuera de la casa de tu mamá, ahí he corroborado que ya tienen alarma instalada pues tienen los mismos sensores que en la casa de Perla, además del cambio de chapa, por supuesto que quise preguntarle a Cecilia solo que esta vez preferí guardar silencio, si no iba a la casa de tu mamá pues ahora menos, me doy cuenta de la verdad en las palabras que David me dijo cuando tu mamá partió: “Ya no está la persona que me protegía en esa casa”, cuánta razón.

Nos pusimos en camino mi mamá, Cecilia, Perla y yo, aunque en lo personal el ambiente estuvo un poco tenso, pero bueno, han estado hablando más de lo que pasó el jueves y mamá aprovecho para decirles que se había venido conmigo por miedo, aunque bien sabemos la razón verdadera Alex. Ahí tu hermana dio dos versiones de lo que sucedió con ellos ese día, en fin, es día me di cuenta cuanto le importo a tu familia, es día en el que ninguno me ha preguntado como estoy, ni la comadre.

Todo parecía indicar que llegaríamos con buen clima, hasta nos topamos algunas partes del trayecto con sol, para sorpresa de todas al llegar se ha soltado a llover tupido Alex, no he tenido oportunidad de acomodar las flores, apenas pude limpiarlas y colocarlas en el florero, lo mismo le sucedió a Cecilia y a Perla, mamá no se mojó casi.

Volvimos casi de inmediato, antes de llegar mamá y yo hemos ido a comer con los Vallejo, ella un pollo en salsa de cascabel y yo unas ricas enchiladas, curiosamente no tenía hambre y terminé comiéndome todo. Apenas llegamos a casa y me he dado un buen baño con agua caliente para evitar enfermarme, espero que no sea así Alex.

Un día más que me has hecho muchísima falta, mamá se ha ido a acostar temprano, me he quedado en la sala mirando televisión, pero sabes Alex, hace mucho frío y extraño las veces que salías de la recamara con una cobija para taparme, extraño tanto tus mimos.

Alex… ven ya por mi… no puedo más… TE AMO.

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