20 de septiembre de 2017

Ayudando un poco

Hoy de plano no he ido a la oficina, ayer Vic mandó un mensaje avisando que podíamos no ir a menos que tuviéramos pendientes, por lo que he preferido quedarme en la casa y dormir un poco más, no sé bien a qué hora me he despertado, pero eran más de las 9 de la mañana, al hacerlo me he asomado por la ventana y el ambiente se siente diferente, aunque parece que aquí no pasó nada y todo sigue normal.

Mientras desayunaba he querido ir a ayudar un poco a las personas afectadas, comencé a revisar las redes sociales y vi que una de las gemelas estaba organizando una colecta pues iba a ir, con otras personas, a llevar comida a los brigadistas, así que me puse en contacto con ella, me ha solicitado desechables, como platos, vasos entre otras cosas, así que me vestí, y mientras lo hacía hable con mamá y la he convencido de que se venga a la casa, finalmente solo la tengo a ella y es la única persona que realmente se preocupa por mí, además me preocupa la estructura del lugar donde habita.

He ido al centro comercial, ahí me di cuenta de que no era la única comprando cosas, me topé con 5 chicos en la misma zona que yo, ahí les mencione que no compraran marca, finalmente son solo desechables y así podían comprar un poco más, consejo que siguieron al pie de la letra, entre los dos hemos llevado vasos, platos, servilletas, un paquete de bolsas para la basura y cucharas, esto último se les había olvidado y vi como una chica corría por unos paquetes de cucharas para llevar.

Ya en la casa había muchas personas comprando cosas para donar, dos chicos de plano llevaban su carrito lleno de agua, atún, papel higiénico y varias cosas más, hasta alcohol los vi comprando. Realmente pude ser testigo de cómo la gente apoya a quien lo necesita. Es increíble cómo se volcó la gente a los centros comerciales para comprar víveres y un sinfín de cosas con el objetivo de llevarlas a algún centro de acopio.

Caminé por el camellón hasta llegar a la cruz verde, donde me quede de ver con la gemela para darle las cosas, ahí charle un poco con ella y le comenté que iría a casa de mamá por ella pero que el resto del día estaba libre por si necesitaba que la ayudara en algo, y hasta ahí quedo Alex.

He ido por mamá, no nos tardamos mucho, me la encontré tranquila, aunque un poco nerviosa, así que volvimos a casa y mientras ella acomodaba sus cosas he ido un rato al gimnasio, ahí escuche las historias de algunas personas, todas más o menos de mi edad y coincidimos en que este sismo fue igual o más fuerte que el ocurrido en el 85, aunque en ese año pues éramos unos niños y no mediamos tanto el peligro.

Por la noche, estuve leyendo los mensajes que escribían en el chat de la calle, la vecina de alado menciono que iría a Lindavista para ayudar un poco, y si alguien más quería ir podía acompañarla, por supuesto no faltaron mensajes ofreciéndose, aunque al final me mandó un mensaje diciendo que todas esas personas se habían echado para atrás y si quería ir, pues también levanté la mano, así que en 5 minutos me vestí y nos fuimos en metrobus hacia Lindavista. Ahí ya estaban unas personas de la delegación y caminamos hacia la zona del derrumbe, al principio no nos dejaban pasar hasta que una señora tomó el mando y por fin nos dejaron pasar y seguimos caminando, llegamos al centro de acopio y vi como llegaban infinidad de coches a dejar cosas, en poco tiempo la bodeguita se llenó, de ahí nos fuimos hacia donde estaba el edificio, encontramos una zona acordonada y resguardada por militares.

En si no hice gran cosa Alex, pasaban las horas y nada, vi como el delegado llego solo a tomarse la foto para el recuerdo y hablar con las televisoras, lo mismo hizo un tipo de los topos y la chica que acompañaba de plano solo se sentó al igual que su comitiva, me asquee de ver como no hacían nada, así que camine por las calles, no entiendo como la gente es así, solo llego y se sentó, no le prestaron ayuda a los damnificados, solo estaban ahí por el morbo.

Hay Alex, vi varios reporteros tan falsos, diciendo y prometiendo tantas cosas para luego simplemente secarse sus lágrimas e irse de ahí. Los que terminaron ayudando más fueron los civiles, me toco ayudar a unos chavos que llegaron con comida caliente, llevaron hígado encebollado, arroz, salsas y café para repartir.

Ahí fue cuando realmente me sentí útil, les ayudé a preparar los tacos mientras ellos los repartían, en pocos minutos teníamos ya las ollas de la comida sin nada, solo quedaba un poco de café, que al terminarse se llenó con atole que otra señora llevó, ahí me di cuenta cuan generoso es el pueblo Alex, el corazón se me hincho de orgullo, de decir que soy mexicana, de ayudar con un granito de arena.

Pero el gobierno, los funcionarios y prensa son todos dan ascos Alex.

Mientras terminaba de repartir la comida charlee con un brigadista de la cruz roja, un tipo muy amable y me contó algunas historias de los topos, creo que nos llevamos muy bien pues al final me invito a unirme a la cruz roja, pero no tengo temple para eso Alex, mientras charlaba con el me encontré con el tío Donas y su señora, charlamos de varias cosas aunque creo que ellos iban más por el morbo que otra cosa, por suerte me pude ir con ellos hacia la casa y encontramos a una señora que nos dio un buen aventón, a ellos los dejamos a las 3 de la mañana en la delegación, a mí en la estación del metrobus cerca de la casa, en el camino nos contó cómo ella y su pareja fueron de los primeros en llegar al edificio colapsado, como sacaron a algunas personas y lo que sucedió cuando llego la policía, luego el ejército y terminando con la marina.

Alex… sé que habríamos estado juntos hoy, tratando de ayudar, como siempre lo hacíamos… te extraño tanto… TE AMO.

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