5 de junio de 2017

La nueva rutina

Como ayer me bañé, pude quedarme en cama unos 10 minutos más, solo que antes de ir a la oficina hice una parada, he ido al centro comercial para comprar dos paquetes de coca-cola, uno sabor cereza y el de vainilla que, aunque no es muy bueno, tiene un sabor rico, además he pasado por la lechería para ver si ya iban a cambiar la tarjeta.

En la lechería me entere que el 13 las cambian y pude comprar los dos paquetes de refrescos, que deje en la casa antes de irme al trabajo, más que nada para que no se asolearan Alex. Así que he llegado un poco tarde a la oficina, pero a tiempo para que no se diera cuenta Vic, quien llego mucho más tarde pues fue a correr.

Creo que ya somos varios en la oficina que estamos a régimen, entre Margarita, Vic y yo podemos decir que hemos perdido ya algunos kilos, la pancita de Vic ya casi no existe, lo que no me gusta es que se come las verduras crudas, puedes imaginarte comer champiñones y brócoli crudos?

El día en la oficina se me hizo un poco pesado, más que nada porque no me he podido concentrar y seguir con el sistema, simplemente he perdido el tiempo aquí y allá, con decirte que he ido a la tienda para comprar un par de aguacates, que por cierto están muy caros, en la recaudería, donde Vic y Sergio compran sus pechugas, me dijeron que el kilo estaba en 85 pesos, y en el super lo encontré a 69, algo es algo.

Antes de llegar a casa pase con Cecilia, se me ha hecho extraño que al preguntarle a Victor por su mamá simplemente dijera: “Mamá te hablan”, siempre la llamaba por su nombre, pero bueno, le he preguntado por la compra del gas, me dice que ya sin falta lo pedirá entre el miércoles y jueves, aun y con mi comentario de que ya no tengo, pero no quiero llamar y que luego me recrimine por eso, prefiero esperar y como dice mamá, tener un poco de juicio con ellos.

Ya en casa he charlado con mamá, y mientras hacía tiempo para irme al gimnasio, lave mis trastes, me cambie y como tenía antojo de un poco de azúcar, saque el helado de tamarindo que le compré a los Vallejo, vaya sorpresa Alex, sabe muy rico, así que en cuanto pueda comprare un poco más, hasta le llevaré a mamá pues me dijo que ya se había terminado su nieve.

He llegado al gimnasio poco antes de las 7, calenté un poco y luego comencé con la rutina, por suerte llego Joel después y me cambio todo, de ahora en adelante deberé hacer otras combinaciones, uno de los cuales me ha costado tanto trabajo que hasta la gente que me veía se sorprendía por el sudor que tenía en la frente.

Diré que he terminado muy cansada, sudada y con ganas de irme a dormir, ni siquiera me ha dado hambre, solo llegue a casa y comí un poco de fruta, últimamente se me antoja mucho la piña, vi un poco de televisión y a dormir, así que, si abuse de la azúcar por la tarde, lo compenso con no cenar, realmente no tenía tanta hambre.

Tantas cosas por hacer, realmente me siento mal Alex, te hecho mucho de menos.

Alex… ven ya por mi… TE AMO.

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