Antes de ir a la oficina debí hacer algunas paradas Alex, primero a la leche, en teoría hoy iban a cambiar la tarjeta por una nueva, pero no lo hicieron, que hasta nuevo aviso. De ahí me fui al centro comercial para comprar agua, café y té, aproveché para comprar un kilo de mango ya que lo pusieron en oferta.
Después he pasado a imprimir los diplomas que serán enviados en estos días, del curso que César dio, pero en ese lugar tuve problemas para abrir el archivo, primero pensé que era la memoria y aunque lleve mi computadora no pudimos hacer que se abriera el archivo, así que fui a otra tienda en Montevideo donde paso lo mismo, ni hablar, volví a casa para resolver ese problema, aunque antes pasé rápido a la panadería, compré el pan para hoy e hice el pedido para el sábado.
Al final decidí quedarme en la casa, por supuesto que le avisé a Vic, y así aprovechar para ir al gimnasio un rato, aunque de camino al gimnasio vi que en la tienda de los Vallejo estaba el agua que iba a comprar, regresé a casa y fui por el garrafón, así que comencé a hacer ejercicio por ahí de las 3:40 de la tarde.
Terminando he ido a imprimir los diplomas, pasé de nuevo a la tienda pues creí ver que el suavitel estaba en oferta solo que me equivoqué, volví a casa a tiempo para charlar con mamá y avisarle que ya había hecho el pedido para los cuernitos que daremos el sábado. La idea original es dar cuernitos con jamón, ella lo pensó bien y quería dar hojaldras con mole, según porque tenía mucho, pero después de charlar optamos por dejarlo como estaba, así que se darán cuernitos.
Llegue a casa de tu mamá pasadas las 7 de la noche, por fortuna ya estaba Cachito ahí y poco a poco comenzaron a llegar las Chávez, charlamos de cómo le fue a Blanca con el doctor que atendió a tu mamá, al parecer el problema en las piernas es algo hereditario, ella comienza a tener los mismos síntomas, algo preocupante.
Durante el rosario me he quedado con las Chávez en la cocina, charlando de varias cosas, entre ellas me han dicho que es mejor dar cuernitos pequeños para todos, así que mañana cambiaré el pedido por los pequeños, por ahora solo tenemos comprados unas 60 piezas, quizá vaya a comprar poco más, aunque sean grandes, pero esos serán para la familia, a lo que todas estuvieron de acuerdo.
Cuando nos tocó dar el pan lo hice yo, más que nada para controlar a quienes se les dio y no repetir, le ofrecí a Andrea y a su novio, pero recibí una cara por parte de ella y un rotundo: “No gracias”, ni hablar Alex, pudo más mi educación que otra cosa, aunque hubiera preferido no hacerlo, lo que confirma que me pedirán que me vaya, ni hablar.
Vuelvo a casa triste, pero como dice Perla, por esto no dejaré de comer, así que ya no les daré el poder para ponerme triste, no más de lo que ya estoy.
Alex… duele mucho… de verdad… por favor ayúdame… TE AMO.
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